domingo, 22 de abril de 2007

Bob Dylan (y no hace falta decir más)

Como no tenía ganas de escribir -y más teniendo en cuenta que es difícil decir algo nuevo o interesante que no se haya dicho sobre este señor- les ofrezco este compendio de opiniones sobre el gran Bob Dylan. Y por supuesto, uno de sus grandiosos discos, The freewheelin’ Bob Dylan, de 1963 (el segundo de su vasta discografía, de casi sesenta álbumes incluyendo compilaciones y discos en vivo). Es uno de los clásicos de toda su carrera y tiene muchos temas-símbolo de lo que es Bob: Blowin’ in the wind, Masters of war, A hard rain’s a-gonna fall y I shall be free, además de uno de mis favoritos, Girl of the North Country. Disfrútenlo. Si al principio no entienden, háganle caso a lo que dice más abajo Clapton y ahí van a comprender.

- La mayor parte de la crítica musical está en el siglo XIX. Está muy por detrás de, pongamos por caso, la crítica de pintura. Todavía se basa en el arte del siglo XIX: vacas junto a un riachuelo y árboles y "yo sé lo que me gusta". No se concibe el hecho de que Dylan quizá sea un cantante más sofisticado que Whitney Houston, de que él es seguramente el cantante más sofisticado que hemos tenido en una generación. Nadie identifica a nuestros cantantes populares como a Matisse o Picasso. Dylan es un Picasso, con esa exuberancia, variedad y asimilación de la historia entera de la música (Leonard Cohen, en entrevista con la revista Musician, 1988).

- Sin Bob, los Beatles no habrían hecho el Sargent Pepper, los Sex Pistols no habrían hecho "God Save the Queen" y U2 no habría hecho "Pride in the Name of Love" (Bruce Springsteen).

- Bob suena como si sus canciones tuvieran 300 años pero hubieran sido escritas ayer. Lo más importante de Dylan es la poesía que hay en sus canciones, que trascienden su propia música (Martin Scorsese).

- En la música, Frank Sinatra puso la voz, Elvis Presley puso el cuerpo... Bob Dylan puso el cerebro (Bruce Springsteen).

- Bob Dylan y The Band son lo más fuerte que he escuchado en mi vida (Marlon Brando).

- Su manera de tocar es totalmente híbrida. Musicalmente no tiene sentido para el erudito. Cuando toca el piano, sólo tiene sentido para el que lo oye. Si fueras músico dirías: pero ¿qué estás haciendo? No tiene sentido. Y lo mismo cuando toca la guitarra. Haga lo que haga, es como si tuvieras que esperar un año o dos para coger el punto de poder escucharlo. La primera vez que lo oyes, es inútil. Después reflexionas y te das cuenta de que es perfecto (Eric Clapton, entrevistado por John Bauldie. Entrevista publicada en el libro Bob Dylan, se busca).

- Para mi, Dylan siempre representó el rock and roll... Nunca pensé en él como cantante de folk ni poeta ni nada. Pensaba que era la persona más sexy desde Elvis Presley... Sexo en el cerebro, ¿sabes? El sexo más absoluto es estar totalmente iluminado y él era así, era el Rey. Y aún lo es (Patti Smith).

- Nada de folkie o poeta. Es la gran bestia del rock and roll (Chuck Berry).

- Dylan ha escrito canciones que tocan lugares de la mente a los que nadie antes había llegado (Jerry Garcia).

- Es un pozo sin fondo. Aún tiene mucho que decir (Lou Reed).

- Tocando con Bob Dylan nunca se aburre uno (Rick Danko, de The Band).

- Bob Dylan es como Einstein. Como un disparo divino (Kris Kristofferson).

- Bob era un príncipe. Aún le veo como el poeta más grande de nuestra época (Roy Orbison).

- Al oírle pensé que un alma cogía la antorcha de América (Allen Ginsberg).

- Me impresiona su tono de voz. Es como un cello (Frank Sinatra).

- Dylan tiene mucho más que tres acordes y la verdad (Bono).

- Dylan fue siempre un misterio. De dónde venía, cómo sabía lo que sabía, qué era lo siguiente que iba a hacer... Ocupaba casi completamente mis pensamientos, interrumpiendo la aparente normalidad de mis años estudiantiles con su torrente de conciencia beat/folk/blues/dadá/surrealismo/apalache/bop. Es, en parte, sumo sacerdote de la narrativa personal y, en parte, comandante rebelde enzarzado en un combate mortal con los brazos asfixiantes de nuestra historia colectiva revisada (Jackson Browne).

- Es curioso, pero la gente aún le atribuye a Bob mucho misterio. Quiero decir que Dylan es un tío como cualquier otro, con la diferencia de que él tiene algo que decir. Y tiene una personalidad gracias a la cual todo lo que dice lo hace suyo. Es un tipo muy normal. Si le pides la hora, te la da (Tom Petty).

- Siempre he pensado que Dylan era un farsante. Desde luego no es un muchachito que canta canciones líricas. Es un oportunista que quiere hacer carrera y sabe muy bien dónde va. Además, es un hipócrita. Nunca he comprendido por qué le gusta a la gente. No sabe cantar (Truman Capote).

- Actualmente hay un hueco generacional, porque los chavales de veinte años no tienen "Bobdylanes" de veinte años (Joaquín Sabina).

- Yo nunca he visto carisma como el que exhibía Bob en sus actuaciones (Joan Baez).

- Bob Dylan es uno de esos personajes que sólo aparecen una vez cada 300 o 400 años (Leonard Cohen).

- Bob es muy chistoso... quiero decir que mucha gente se lo toma en serio y sin embargo, si conoces a Dylan, es todo un bufón (George Harrison).

- No hace falta oír lo que dice Bob Dylan, lo importante es cómo lo dice (John Lennon).

- La obra de ciertos artistas habla por su generación. Una de las más grandes voces de libertad de Norteamérica no puede ser más que un nombre: el transcendental Bob Dylan (Jack Nicholson).

- Desde el instante mismo en que lo conocí, pensé que era algo grande, que era un genio, que era shakespeariano (Phil Ochs).

- Gracias, Bob. Quiero decirte que no estaría aquí si no hubiera sido por ti, decirte que no hay nadie que no tenga que estarte agradecido y, para robar una línea de una de tus canciones —tanto si te gusta como si no—: "Tú fuiste el hermano que nunca tuve" (Bruce Springsteen).

- Bob Dylan es uno de los cantantes de blues más importantes del mundo occidental; arte antiguo, rápida improvisación, variación eterna, formulación clásica, visión profética... (Allen Ginsberg).

- No he pretendido hacer algo donde se desvelen todos los secretos de Dylan, ni mucho menos, sino rendir un homenaje a uno de los poetas más brillantes del siglo, un hombre que hace que nos miremos a nosotros mismos, que nos emociona y nos hace sentir cosas que no sabríamos transmitir de otra manera (Martin Scorsese acerca de No Direction Home).

- Dylan se sabe un millón de canciones, viejos blues del delta y cosas como ésas. Una noche, cuando hicimos "Clean-Cut Kid", sonaba igual a Muddy Waters. Él conoce más acordes que cualquiera que yo conozca. (Benmont Tench).

- Se sacaba esas canciones de la nada. No sabíamos si eran suyas o si las recordaba. Cuando las cantaba, no lograbas distinguir. (Robbie Robertson).

- Bob Dylan. Una mente fuera del tiempo (Paul Williams).

- Dylan es un trovador del siglo XX, merecedor del Premio Nobel por sus virtudes imponentes y universales (Allen Ginsberg).

- Cuando lo descubrí fue un deslumbramiento asombroso. Me gusta el caos, no la disciplina, y él era el profeta del caos... Él empezó a hablar de otras cosas, metió la literatura en el rock. Me ha alimentado y me sigue alimentando (Joaquín Sabina).

- Yo nunca fui de los que pensaban que Dylan era un monstruo por pasarse a la guitarra eléctrica. Me gustó el cambio. Pero debo decir que la fuerza del joven Dylan como cantante de protesta —él siempre lo negó pero lo siento, Bob, eras un cantante de protesta— residía en que tomaba la guitarra, tocaba ante una multitud y su música y sus palabras eran como una flecha. La gente subestima su capacidad musical. La melodía y las palabras se disparaban como flechas. A mí me sigue pareciendo increíble (David Gilmour).

viernes, 20 de abril de 2007

Bowie nos marca el tiempo...


Advertencia antes de empezar a hablar: ¡no le den bola a la tapa, que es horrible!
Ahora sí, vamos a la música.
Para hablar de este disco correctamente, lo puse de fondo para que sus canciones me vayan acompañando. Más allá de que parezca un comentario al pedo, eso me hizo dar cuenta de la obsesión con respecto al paso del tiempo (empezando por el nombre) que presenta esta grandiosa obra. Si Bowie, allá por Hunky dory, le hablaba con afecto a las cosas maravillosas, ahora dice que las mismas se están yendo a la mierda (en realidad, to hell). Se ve que el también se dio cuenta.
Durante el transcurso de Hours…, pasan canciones como Survive o Seven que confirman eso. En la primera, David pide “dinero para un cambio de cara” (no sé muy bien para qué, si está intacto con sesenta pirulos encima). En la otra, reza: “I got seven days to live my life / or seven ways to die”. Todo, en ambas canciones, en un marco perfecto vocal y musicalmente. Belleza pura.
Y si digo eso de estas dos obritas de tres minutos, ¿qué debo decir de Thurday’s child? A la definición canción increíble la encuentro pequeña ante semejante pieza. Es una canción tan relajada, casi ambient, pero a la vez extremadamente emocional, bien profunda. Si hubiera que hacer un compilado de temas de los últimos diez años, entra seguro.
Después están los momentos rockeros (por supuesto, también soberbios): The pretty things are going to hell, un sublime rock con toques electrónicos y un riff muy conocido; la floydiana If I’m dreaming my life, que suena muy melancólica -bueno, decir floydiana y melancólica en realidad es redundar-; y New angels of promise. Las tres suenan más modernas que cualquier tema de esas banditas punk pop que podemos escuchar por cualquier lado.
Llegando al final, está el cuelgue del disco (todo gran disco debe presentar al menos uno): Brillant adventure, un instrumental que suena medio hindú. El temita está bien, aparte es corto, entonces se hace escuchable.
El último tema, The dreamers, es el cierre adecuado para el mejor disco de Bowie en los últimos veinte años. Como siempre, el hombre canta como pocos lo hacen (como pocos pueden hacerlo).
¿Qué otra cosa decir, a esta altura, de un tipo con su trayectoria? Yo sólo le pido que se dé una vueltita por acá cuando quiera. Y que toque muchos temas de Hours…

jueves, 19 de abril de 2007

Eso que no se parece: Gran Martell


Podría haber escrito una crítica yo, es cierto, pero entré a la página de la banda y encontré un texto muy interesante que los define mejor que lo que cualquiera puede hacerlo. Es este:

l Martell (del catalán, martillo):
l Elemento que sirve para golpear.
ll Huesecillo del oído interno.
ll Gran Martell:
l Ilusionista rumano (Joseff E. Martell, 1881/1926) contemporáneo de Houdini, diseñador de un complejo sistema de trampas, los espejos dobles, basado en los principios de la física refractaria. Entre sus aportaciones más geniales se encuentran la cápsula de cristal y los cubos desconcertantes.
II Banda de rock (integrada por Tito Fargo, Jorge Araujo y Gustavo Jamardo, Bs. As. 2004) cuya situación rítmica y sonora sirve para golpear el oído interno con un complejo sistema de ilusión auditiva y/o quiebres desconcertantes en sus canciones, basados fundamentalmente en la huída sistemática del cuatro por cuatro.

Esta definición me pareció la más perfecta para hacer del grupo. Después cuentan su historia:

“Luego de su distanciamiento de Divididos, banda de la que fue parte durante nueve años, el baterista Jorge Araujo junto a Tito Fargo (ex Hurlingham Reggae Band junto a Luca Prodan, ex guitarrista de Los Redonditos de Ricota, eventualmente reemplazo de German Daffunchio en Sumo) y Gustavo Jamardo (ex bajista de Porco), forma GRAN MARTELL, una banda que apuesta desde una propuesta musical original y arriesgada.
En su primer año de trabajo comprobaron la alquimia natural del trío, y plasmaron en su disco debut (grabado enteramente en una toma) el sonido que surge de esa combinación de músicos. Gran Martell, como también es el nombre del disco, sale del formato del rock estandarizado, con un sonido inusual para la escena local, una situación rítmica y sonora diferente. Ellos mismos lo definen como "un disco de canciones basadas fundamentalmente en la huida sistemática del cuatro por cuatro". Actualmente, trabajan en su segunda placa, que promete signos más notorios del estilo que provocan. GRAN MARTELL realizó sus primeros shows en Rosario, Córdoba, Ramos Mejía, Morón, Castelar y en mini recitales en el auditorio de radio La Tribu y Centro Cultural Borges. A continuación, realizó la presentación oficial de la banda y su primera placa en La Trastienda Club (Capital Federal) a mediados de noviembre de 2005. Según los que ya los vieron, "no se parece a nada". (...) Desde la puesta artística, una novedad para la escena del rock actual”.

Vale aclarar que, como toda banda que se sale de los cánones, puede pasar lo siguiente:
Opción 1: que les parezca la peor cagada que escucharon.
Opción 2: que les parezca lo mejor que escucharon.
Opción 3: que les de igual.

Acá donde la letrita aparece en otro color y subrayada, está el disco para que despejen sus dudas

PD: La tapa se las debo, puse una foto de ellos porque no encontré la portada en un tamaño mínimamente razonable.

El polvo de los '90


La elección de este disco tiene que ver con que, al menos para mí, es un fiel representante de lo que fue el rock de la década del noventa en el plano internacional. Me parece que es la muestra perfecta de lo que fue el regreso a las guitarras (después de los poperos ochentas) y mantiene en el fondo, un espíritu retro con -sí, de todas formas- ciertos toques pop, sin necesidad de baterías programadas y demás clichés horribles de la década anterior.
Dust engloba dentro suyo el espíritu del grunge, en especial relacionado con Soundgarden y Pearl Jam. Tiene algunos momentos más ingleses, cercanos al brit-pop -ejemplo: Sworn and broken- pero no son los que abundan, aunque hay mucha melodía pegadiza que tiene que ver con lo que pregonaban Oasis y Blur principalmente.
Cómo hacer para destacar una canción en el disco. Es una tarea difícil, porque sus diez piezas merecen ser nombradas.
Si lo escuchan, además, todas las canciones les van a parecer conocidas. O, al menos, les van a sonar. Como si ya las hubieran escuchado alguna vez.
En resumen, eso es este disco: los ‘90 en sólo 45 minutos. Y cuando un disco es un símbolo de una época, algo bueno tiene.

PD: Si no escucharon cantar a Mark Lanegan, están omitiendo algo importante e interesante. Por eso, háganlo lo más pronto posible.

LAS CANCIONES:
1- Halo of Ashes
2- All I Know
3- Look at You
4- Dying Days
5- Make My Mind
6- Sworn and Broken
7- Witness
8- Traveler
9- Dime Western
10- Gospel Plow

miércoles, 18 de abril de 2007

Otra vez Patti (otra vez lo hizo)


Doce razones para escuchar Twelve:

1- Esta es la más obvia y estúpida de todas: ¡porque es un disco de Patti Smith!
2- Porque no es un choreo, más allá de ser un disco de covers. Yo diría que, en realidad, son versiones, lo que no es exactamente lo mismo.
3- Porque dura cincuenta y siete minutos pero se te pasa rápido, casi como si durara diez.
4- Porque Patti es una genial intérprete. A cada tema le pone lo que le tiene que poner.
5- Por la versión de Smells like teen spirit. Un cuelgue-homenaje necesario, una versión arriesgada y hermosa a la vez, con un monólogo de Patti en el medio que vaya a saber uno qué dice.
6- Por Everybody wants to rule the world, de Tears for Fears, que es otro de los temas que se luce.
7- Por los invitados-amigos de la señora: el gran Tom Verlaine (Television), Flea (RHCP) y Rich Robinson (Black Crowes), además de sus hijos, Jackson y Jesse y… Sam Sheppard.
8- Porque todos los temas son clásicos y está bueno ver como suenan en otra voz.
9- Porque es un disco nuevo y todo disco nuevo es digno de ser escuchado, siempre que sea de un músico más o menos respetable.
10- Porque es casi todo acústico. Y todo lo acústico suena lindo.
11- Porque Patti tributa nuevamente a Dylan.
12- Porque Patti es la Dylan mujer. Es clásica y moderna, siempre suena original y fresca.
Si quieren saber más, aquí tienen un link.

lunes, 16 de abril de 2007

La princesa Fiona



Siguiendo con los discos de mujeres, aquí les presento -para quienes no lo hayan escuchado aún- el primer disco de esta niña con su piano y su hermosa voz. Porque Fiona Apple es, principalmente, eso. Y aunque suene a poco, cuando congenian ambos elementos, lo que sale siempre suele ser mucho. La muestra son los diez tracks que componen este exquisito álbum, editado en 1996.
Musicalmente, podría decirse que es un clásico disco de pop de piano. O sea: armónicamente hablando es muy interesante, presenta cercanías al jazz pero también algunos pasajes clásicos y, por supuesto, una excelente voz comandando todo.
Obvio, el disco tiene sus matices: temas muy tranquilos, relajados, algunos con aires de música negra (funk y soul). Y los otros, esos clásicos temas pop épicos. En esta última categoría entra la canción más conocida de la placa, el tremendo Shadowboxer, altamente recomendable (si es que todavía no lo escucharon o, simplemente, no saben que la canción pertenece a esta bonita dama).
Otras gemas que recorren el disco en los poco más de cincuenta minutos que dura son Criminal (el otro hit), Pale September, Carrion y las deprimentes The child is gone y Sullen girl. Si la calificación deprimentes les quita ganas de escucharlas, entonces no le hagan caso, aunque lo que quiero significar es que las canciones son sentidas y, en consecuencia, tristes. Supongo que no pretenderán que con esos nombres sean alegres, ¿o sí?

Como siempre digo, los grandes discos se valen por entero. Por eso, les aconsejo, dense el gusto de escuchar este relajado disco de la chica que se hizo famosa versionando a los Beatles. Les puedo asegurar a todos los que no pasearon sus orejas por aquí, que no se van a arrepentir. Y que Fiona, por supuesto, es mucho más que eso.

sábado, 14 de abril de 2007

Este lo recomendó un G(Rosso): Hejira, de Joni Mitchell


Tucho dijo...
Hola Alfredo.Te quería pedir que me recomiendes un disco para subir a un blog, el que quieras. El blog es: lamusicaesdelaire.blogspot.com. Date una vuelta si querés, es nuevito.
Saludos respetuosos. (Aunque estés en contra de los blogs que suben música, cosa que no sé).

alfredorosso dijo...
Hola Tucho. Ignoro todo acerca de subir música a los blogs y no estoy ni a favor ni en contra, pero lo que sí puedo hacer es recomendarte un disco que te hará la vida más interesante: "Hejira", de Joni Mitchell. Abrazo. Alfredo.

Tucho dijo...
Gracias Alfredo!Lo voy a escuchar para hacerle una crítica decente. Saludos respetuosos.

Más o menos así fue la charla entre el señor Alfredo Rosso y quien escribe esto. Para los que no sepan quién es, Rosso es uno de los periodistas de rock más respetados de Argentina y, probablemente, el que más sabe de música en general. Tiene un programa en la FM Rock and Pop que les recomiendo escuchen, La Casa del Rock Naciente (pueden hacerlo por la web) y además escribe en La Mano -a mi juicio, la mejor revista que hay por estos lados en lo que refiere a música-, entre otras tantas actividades.

Y bueno, tuve la caradurez de pedirle lo que arriba leyeron entrando al blog de dicho programa, y Alfredo me recomendó este jazzero disquito de Joni Mitchell, que tiene como agregado la presencia de Jaco Pastorius en el bajo. Tenía pensado hacerle una crítica para darles algunos detalles sobre la obra, pero después pensé: “loco, lo recomendó Rosso, ¿qué mejor forma de convencer a alguien para que escuche un disco que ésa?”.

Por tanto, ya saben: si lo recomienda él, el disco es excelente.
Y no hace falta decir más nada.

viernes, 13 de abril de 2007

GRACIAS (totales)

Bueno, qué decir ahora, ¿no?
Solamente gracias por esas tres canciones.
Acá les dejo los tres temas de la reunión de ayer.
Disfrútenlos como los que estuvimos ahí.

jueves, 12 de abril de 2007

Fantasmagoria - Clearence

No tengo mucho tiempo, así que voy a ser breve.
Para los que gusten del rock indie, esta banda les va a gustar.
Si no te gusta el rock con ciertos toques naif, evita escuchar esto.
Fantasmagoria es un trío de rock con guitarra acústica, lo que le da un toque bastante particular. Tienen algunos toquecitos glam, y eso los hace interesantes.
Este EP está subido en su página oficial para bajar gratuitamente hace más de dos años, si todavía no lo escucharon, acá les doy la oportunidad.
Recomiendo, principalmente los temas Hay que llamar al hombre y Preparen sus paraguas. Pero tiene sólo cinco canciones, escuchenlas todas que no cuesta nada.
Chau, me voy al Quilmes.
LAS CANCIONES
1- La laguna
2- Hay que llamar al hombre
3- Preparen sus paraguas
4- Diamantes de plástico
5- Albina

martes, 10 de abril de 2007

Cuentos Borgeanos - Misantropía


Cuentos Borgeanos es la banda que formó Miguel Sosa, más conocido como Abril, cuando dejó de formar parte de Catupecu Machu. Fanático de Borges -supongo que se dieron cuenta con el nombre del grupo-, el muchacho cambió de instrumentos además de banda: en Catupecu tocaba la batería, en gran forma, pero acá se decidió por ponerle la voz a sus canciones, acompañándose con la guitarra. Haciendo paralelos -quizá sea una comparación exagerada-, Sosa siguió el camino del gran Dave Grohl: batero en Nirvana, devenido en voz y guitarra de Foo Fighters (claro que en su caso, Nirvana dejó de existir, ya sabemos todos porqué).
La cuestión es que, al mando de Cuentos Borgeanos, Abril dio a luz dos muy buenos discos: Fantasmas de lo nuevo y el que aquí ostentamos. Son canciones que podrían definirse como optimistas pero a la vez dramáticas (?). Ahí está el gancho del grupo. Porque Estoico, el tema con el que empieza esta travesía sonora, es un tema sufrido, pero tiene un dejo de esperanza en su esencia. Y así va pasando con casi todos los temas que componen esta bonita placa.
Comparando el sonido de la banda con alguna otra, de vuelta me voy para el mismo lado: algunas cosas me hacen acordar, a los Foo Fighters. Son canciones potentes, bien armadas, rockeras pero con un gancho pop. Aquí no hay tanta guitara distorsionada, más bien son limpias y/o acústicas. Los temas son esas clásicas piezas de 3 minutos y pico donde los estribillos no fallan -Mírame, Tu voz, Andorondack, Te desconocí, Canción del agua, Cuentos imborrables- que dejan el sello de distinción al ser acompañadas por la voz de Miguel, de timbre particular.
Traten de escucharlo, que vale la pena, más allá de que el nombre del álbum más bien espanta (Misantropía: aversión a la raza humana, no comprendo el nombre del disco con respecto a sus canciones).
Se supone que ya tienen listo otro disco, así que pueden entrar en calor con este.

Spinetta y Los Socios del Desierto - San Cristóforo


Este disco en vivo sirve como muestra de lo que fue la etapa de Spinetta junto a los Socios del Desierto, seguramente la más rockera del Flaco en los últimos años. Él mismo reconoció, en una nota que le dio a Sergio Marchi para su libro El rock perdido: de los hippies a la cultura chabona (!), lo siguiente: “Quizás esa sea la música que más me gustaría tocar, pero cuando veo que se comienza a golpear en los recitales... No, flaco, no, tranquilizate y vení que toco lo que quieras. (…) Sí, no te golpees mientras yo estoy tocando, no te lastimes. Yo que soy papá, cuando tocábamos con Los Socios del Desierto veía un pendejo de la edad de Valentino reventándose la cabeza contra otro, con un hilo de sangre en la cara, y ya no te daban ganas de tocar. Y a la vez son cosas de una juventud que se acostumbró a esa agresividad”.

Y se nota que a LAS le gusta, porque lo hace muy bien. En formato de trío, el autor del mejor disco de rock nacional de la historia (según RS, Artaud) repasa clásicos de toda su carrera: Rutas argentinas, Me gusta ese tajo, Como el viento voy a ver, Ana no duerme, en poderosas versiones todas. Además, mete un par de temas nuevos, como el que abre la placa, el rockerísimo Estás acá, o la bonita Viento del lugar, más temas de la que era hasta ese momento su última producción, el doble con los Socios (también muy recomendable).
Para destacar, la increíble inclusión en el disco de un cover de... ¡Ratones Paranoicos! Spinetta y sus dos secuaces de aquel momento -Marcelo Torres y Daniel Wirszt, dos zarpados- convierten en punk a Sucia estrella, mientras Juanse, fan confeso de Luis Alberto, todavía no lo puede creer.

Creo que no hace falta agregar mucho más, sólo que Spinetta definió a este disco como “sauna de lava eléctrica”. Escuchen el solo de Bosnia y comprenderán mejor la definición.

LAS CANCIONES:
1- Estás acá
2- Piluso y Coquito
3- Como el viento voy a ver
4- Me gusta ese tajo
5- San Cristóforo
6- El rebaño del pastor
7- Bosnia
8- Ana no duerme
9- Sucia estrella
10- Rutas argentinas
11- Viento del lugar
12- Tu corazón por mí

lunes, 9 de abril de 2007

ESE SHOW IRREPETIBLE: Waters en River



Bueno... Este show sinceramente me dejó sin palabras. O, mejor dicho, con demasiadas emociones, las cuales cuesta explicar con palabras, ya que nunca son suficientes para terminar de expresar todo eso que unas cien mil personas sentimos en aquellas dos noches mágicas en el gallinero.

Ergo, sólo me voy a ocupar de dejarles aquí el audio de este increíble show, que nos hizo pensar a todos los que estuvimos presentes que nunca más vamos a volver a ver algo parecido. Excepto que vuelva Waters...

Nota: el audio está tomado de una conocida FM argentina, por lo que van a escuchar a un par de locutores molestando de vez en cuando. Los temas no están cortados como en los discos, son diecinueve en total (por separado serían veintiséis). De todas formas, el audio es muy bueno.

Segmento 1

Dark side of the moon + Bises

jueves, 5 de abril de 2007

No se olviden de Cobain


Ya me estaba olvidando del fatídico aniversario de la muerte de este artista (¿por qué siempre recordamos las muertes y no los nacimientos?). Pero entré en Frases Rockeras, donde subieron la famosa carta de despedida, y me hicieron acordar.
Así que, desde aquí, recuerdo a Kurt como nos gustaba: haciendo música. Les dejo uno de los últimos shows de Nirvana, en el Palaghiaccio de Roma, el 22 de febrero del '94.

Ya están listos para saltar: Nuca

No tuve tiempo para escribir yo, así que les dejo una crítica de rock.com.ar (bastante pedorra, por cierto).

Crítica: "Máquina de la Pampa"
El tercer disco de Nuca puede que los encamine definitivamente hacia la masividad.

Si Gustavo Santaolalla no hubiera decidido que Matías Chávez Méndez debía dejar la batería de Arbol en manos de un sesionista para la grabación del primer disco de los de Haedo, quizá él no se hubiera ido de la banda. Y seguramente, aunque la banda existía antes del alejamiento, Nuca no se hubiera desarrollado. Desde ese entonces, Chávez realizó un viaje revelador por Latinoamérica, en el cual trabajó el concepto de Nuca. Consecutivamente dejó los parches para cantar y tocar la guitarra de las canciones que él mismo compuso. Y así grabó tres discos con este colectivo musical (son 9) del Oeste bonaerense cuya conducción comparte con Pablo Romero (cantante de Árbol y co-productor de los tres discos de Nuca).
Chávez trabajó en Máquina de la Pampa durante más de dos años. Había prometido que iba a ser una relectura personal de la cumbia, pero hay poco y nada de ritmos latinos: Celso y Situación son las más explícitas, aunque en el final de Que la música no pare se ve como una distorsión y una batería cortante pueden transformar una canción latina en un power emo core. Esta placa aleja a Nuca del dub poderoso que marcó su segundo disco (Paraway, 2003) y ahora la música se apoya en una instrumentación menos artificial. La producción en estudio enriqueció notablemente a las canciones, que van de la invitación a bailar del dance a las guitarras agresivas del hardcore. La mezcla recuerda, sobre todo por las voces y coros, a los discos de Árbol, pero la inclusión de scratchs, loops y vientos le aporta el sello personal.
Paradójicamente, cuando buena parte de las bandas argentinas desearía que Gustavo Santaolalla pose su atención sobre ellas, Nuca empezó dándole la espalda al gurú del rock latino. El tiempo sanó esa disyuntiva y el final vuelve a juntar los extremos. Acá hay tanto de Árbol que es probable que empiecen a compartir caudal de público. Puede que estemos ante la placa que encamine a Nuca hacia los albores de su masividad.

miércoles, 4 de abril de 2007

Skate-rock de culto: Massacre


Siempre que uno escucha hablar de Massacre, los involucran con el término skate-rock. Eso me llevó en su momento a preguntarme qué carajo era skate-rock, hasta que llegué a la Wikipedia yanqui -en español no estaba-, donde decía que “es un término generalmente usado para bandas de rock, punk, emo y heavy metal que se relacionan con el skateboarding”. Digamos que si el Mono de Kapanga empieza a andar en skate, los de Quilmes se convierten automáticamente en una banda de skate-rock.
Una gran estupidez.

En caso de que no los encolumnen bajo ese injustificable género, lo que uno va a escuchar cuando lea una nota de Massacre (o los presenten en la radio, o lo que sea que escuche de ellos) es otro vocablo muy odioso: banda de culto. La traducción de este término, sin necesidad de Wikipedia, sería algo así como “banda que toda la crítica adora, los músicos los respetan… pero que nadie va a ver” o “banda que anda bárbaro, pero nunca va a llegar a Obras”. Y así podríamos seguir enumerando acepciones similares.
Otra gran estupidez.

Pero bueno, mejor vayamos a la música.
Aerial es el sexto álbum de Massacre (contando los EP’s) y, como los anteriores, está bárbaro. Es un disco muy maduro, impecable de principio a fin, podría decirse un clásico dentro de la discografía de la banda.
Arranca con Angélica, un clásico en su repertorio, donde ese particular ser humano apodado Walas le habla a una mujer así llamada -Angélica, no Mujer-, pidiéndole que regrese a casa. Por como se desarrolla la historia, se da a entender que Angélica es un fantasma y Walas un hombre solitario, que primero echó a ese espectro de la casa pero luego se da cuenta que lo necesita (escúchenla y luego me dicen si está bien la interpretación).
La música, desde un comienzo, arrasa. El disco sigue con Llena de fe, La respuesta es fácil y Te leo al revés, otros tres temazos. Después baja un poco la intensidad, con Cuasi delictual, pero por poco tiempo: durante casi todo su desarrollo se mantiene arriba.
Si bien es difícl destacar un tema por sobre otro, algunas canciones a escuchar sí o sí podrían ser estas que les nombro: No puedo dejar, Laika se va (¿se acuerdan de la perrita que voló al espacio exterior y nunca regresó? bueno, Walas habla como si fuera ella) y Te arrepiento, donde se le canta a una persona con algún conflicto de esos de los que es difícil regresar: “Descubrí que si hubiera habido algo que pudo ayudar / no tendríamos que haberlo dejado escapar”. Otro clásico en los shows.
El último tema del disco, Ana, quizás sea el más ambicioso en toda la carrera de esta interesantísima banda. Una mini-ópera dividida en tres movimientos (I- Ana se duerme, II- Sueña, III Ana despierta), un intento que dio sus frutos, porque es una muy lograda canción.
Si dejan correr el disco, al final -segundos después de Ana- se van a encontrar con un clásico de una gran banda inglesa, siempre segundona de otras de su generación. Probablemente, lo mismo que le pasa a esta gran banda argentina.

Con ustedes, los Massacre. Un beso, tomen.

Aclaración: el disco fue editado, en su momento, por Sum Records. Me parece -no quiero chamuyar- que está fuera de catálogo, así que pueden bajarlo sin culpa, ya que de otra forma no lo pueden conseguir (de todas formas, creo que nadie siente culpa, ¿no?).

Patti Smith Group - Radio Ethiopia

Tenía que subir un disco de Patti Smith.

Por empezar porque acá no es muy conocida, al menos no todo lo que debería ser.

Por seguir porque es una artista con todas las letras.

Y por finalizar, porque es la mujer más rockera que hay. No hay otra como ella.

El problema era que no sabía cuál.

La razón: todos son buenos (tiene nueve).

Elegí Radio Ethiopia por una cuestión cronológica, ya que es el segundo disco que sacó. Y suponiendo que todos tienen Horses, su primer disco -el cual tenía pensado subir, pero es más fácil de conseguir que éste, hurguen un poco si todavía no lo tienen- pasé al siguiente. Después continúen el orden ustedes.

Más allá de todo lo enumerado anteriormente, Patti es autora de grandes canciones, como la que comienza este disco. Ask the angels podría ser tranquilamente un tema de cualquier banda alternativa yanqui de los ’90, pero es la apertura de un disco de… 1976.
Párrafo aparte para Pissing in a river, en la que Patti nos demuestra la gran voz que tiene (presten atención y darán cuenta de cómo le roban muchas/os cantantes que la sucedieron), acompañada por un piano épico, con un lindo solo de viola a cargo de Lenny Kaye -su guitarrista de toda la vida- y unos gritos de fondo bastante desesperantes, ya sobre el final.
Otro párrafo aparte para el tema que da nombre a la placa: ¿Alguien podría decirme dentro de qué género musical encaja? Yo todavía no sé cuál, porque es inclasificable. Pero que es rock, es rock, eso seguro. Un cuelgue de 10 minutos -en este caso exactos- siempre lo es por lo general, a veces más y otras menos soportable. Vendría a ser como Land en Horses. Otro cuelgue es Abyssinia, pero éste creo que está de más.
Por supuesto, el disco recorre diferentes estilos, pasando por el reggae (Ain’t it strange, un clásico de su discografía y Distant fingers), el funk (bah… ¿Poppies es un funk?) y aires de rock más clásico en Pumping (my heart). Todo a su manera, por supuesto, porque ella no le roba a nadie. Disfrútenlo. Y sigan la cronología que no se van a arrepentir.

Ah: como casi siempre aquí, les regalamos más que lo que en principio ofrecemos. Por eso, cuando termine Radio Ethiopia aparecerán tres tracks más en sus respectivos reproductores. Son adelantos de Twelve, el disco que sale a mediados de mes, todo de covers. Los temas en cuestión son Gimme shelter (quizá la mejor canción de los Stones), Pastime paradise (de Stevie Wonder) y Smells like teen spirit (en una particular versión). Hay un par más circulando, pero los dejo con las ganas…

Ah, si no tienen Horses, todavía están a tiempo de corregir el error. Consíganlo como puedan (supongo que saben cómo, ¿no?)
PD: Thanks MPB).

martes, 3 de abril de 2007

Rock Nacional del Siglo XXI (o Bicicletas)


Deslízate naranja es el EP compuesto por seis canciones que Bicicletas sacó en 2003. Sirvió como presentación discográfica de la banda (luego editó otro EP, Discover, compuesto por seis versiones de clásicos de rock; y su primer larga duración el año pasado, que lleva el nombre de la banda).
La cosa es que hacen canciones muy interesantes, de pulso rockero por lo general, con algunos elementos psicodélicos -en especial en las letras, algo en la música- que los llevaron a ser teloneros de Roger Waters hace un par de semanas.
Como el EP tiene seis canciones, me voy a tomar el trabajo de explicárselas una por una.

Todos los días: Buena elección para abrir. La canción arranca con los siguientes versos: “Todos los días son domingo para mí / Riego la tristeza que crece en mi jardín / Las hojas muertas caerán / Las horas muertas que no estás”. Sin embargo me animo a decir que es una canción positiva y alegre. Porque te pone de buen humor, con su música simple y tranquila, que después se potencia y energiza cuando Julio Crivelli (el calvo cantante de la banda, de voz muy particular) grita “Estoy esperándote a vos”.

Elefantes: Cuando escuchás la letra de esta canción por primera vez, te genera pensar que fue compuesta bajo condiciones mentales no óptimas. Comienza hablando de elefantes colgados en el ventilador de techo de alguna habitación, y después en los sueños de quien canta. Luego, te hace pensar que sólo se están enumerando sueños, cuando canta “soñé una fiesta en el cementerio, fumando habanos con dios” Pero no, la primera teoría sea probablemente la correcta.
La cosa es que, al llegar a este tema, uno se da cuenta que las canciones de Bicicletas son pegadizas, sin ser hits obvios. Sólo con dos tracks alcanza. Uno se aprende las letras rápido.

Árbol: El hit del disco, lejos. Un temazo bien guitarrero -eléctrica y acústica-, de esas clásicas canciones de amor en las que el tipo se hace el desentendido (“no lloro por vos, es que tengo algo en el ojo”). Para coparse con la banda, probablemente este sea el primer tema a escuchar, porque te deja con ganas de escuchar otro.

Un jueves: Otro tema algo colgado, pero lo justo y necesario. Suena bastante ochentoso, bien pop. La letra describe un día de bajón, justamente un jueves, en el que alguien no puede dejar de pensar en otro alguien. También está bueno.

El sol: Este me suena a plagio de The Cure. Quizá sea, más que nada, por su introducción. Después se acelera, se vuelve más garagero y ahí no se nota tanto que tiene cosas muy parecidas, por ejemplo, a Love song. De todas formas, la letra no tiene mucho que ver con el amor. Maldice contra un lugar azul y sin luz, el mundo, al que no quiere regresar, quién sabe uno de dónde. Después termina resignándose a que el mundo es un lugar normal. La frase “el sol es de verdad” a veces suena a afirmación y otras a pregunta y se repite durante casi toda la canción.

Aire: Para cerrar, cantan que “todos somos hojas que van a caer” -en lo que empezaba como una canción casi alegre-, mientras el tema sube en intensidad, con los teclados como protagonistas, y uno se empieza a dar cuenta porqué los llamaron para telonear a Waters. Termina, pero un minuto y pico más tarde aparece un track oculto, psicodélico al cien por ciento, sin letra.

PD: Cuanto terminen los seis temitas se van a encontrar con dos sorpresas que subieron en la página de Estamos Felices (sello independiente por el cual los Bicis editaron su último disco). Presten atención al cambio de letra en Sucio y desprolijo (versión entre Velvet Underground y Hives). El otro tema es inédito y de su autoría: Quema.

Denle una oportunidad a esta banda, que es muy interesante. Si pueden verla en vivo, mejor. Suenan muy bien, muy potentes.
Ah, la PD de Gil Solá también vale para este CD.

domingo, 1 de abril de 2007

Basta de bandas mediocres: queremos más como esta


Y Las Pelotas lo hizo de nuevo.
Después de un gran disco, sacó otro que merece el mismo título.
Podría decirse que los muchachos son un poco vagos en esto de sacar material nuevo: de Todo por un polvo a Esperando el milagro pasaron 4 años. Y de aquel disco al que aquí les regalo, pasó el mismo tiempo (cabe aclarar que en ambos hubo compilaciones en el medio: Selección y Show, en vivo). Pero, más allá de la tardanza, ambas veces nos taparon la boca con producciones intachables, en las que destacan las buenas canciones. Se podría discutir si es mejor que una banda edite cada uno o dos años; o que se tomen más tiempo y los discos sean mejores, como sucede en este caso. Es difícil elegir, aunque prefiero escuchar siempre cosas interesantes. Además, no siempre editar discos con cierta periodicidad significa mayor productividad. Se entiende ¿no?
Para colmo, el recorrido del disco es casi perfecto, con esto me refiero a cómo están ubicadas las canciones. Porque Basta es un excelente tema para abrir un álbum, pero quizá no sería tan bueno como cuarto o quinto track. Eso por citar sólo un ejemplo.
Pero volvamos a lo de buenas canciones. Eso es lo que impera aquí. Simplemente buenas canciones. Simples y profundas a la vez: Dicen que la distancia, La brisa (candidata a canción del año), Ya no estás, Donde te escondes, Más que un deseo. Y así podría seguir y seguir.
Después están los temas Las Pelotas marca registrada: Partidos (otro punto alto), Matrimanicomio, y ese casi reggae, Siento, única aparición con cierto aire jamaiquino juntando todos los temas de Esperando el milagro y Basta (y aquellos dos nuevos de Show, los bellos Cómo se curan las heridas y Hoy me desperté). Y ése no es un pequeño detalle: Las Pelotas se abocó en los últimos tiempos a otro tipo de canción. Por eso, lo mejor que pueden hacer es bajar el disco y darse cuenta por sí mismos.
¿Es el disco del año? Ya veremos, todavía falta mucho. Lo que sí puedo afirmar, es que, en este momento, Las Pelotas es la mejor banda de rock que hay en Argentina. Y se lo discuto a cualquiera…
Con esto

PD: ¿Hacía falta que la tapa fuera fea para empeorar el disco? Yo creo que no, pero bueno, ya lo dijo alguna vez el segundo Carlos más famoso: Nadie es perfecto.

LAS CANCIONES:
1- Basta
2- Como un buey
3- Siento
4- Dicen que la distancia
5- Partidos
6- La brisa
7- Buscando un cambio
8- Ya no estás
9- Dónde te escondes
10- Matrimanicomio
11- Revolución
12- La marmota
13- Más que un deseo