Semana Pandolfo: último bloque. Esta es una de las alegrías máximas en los ocho años de La Música es del Aire. Contar con la palabra de Palo Pandolfo en semejante extensión y profundidad no es cosa de todos los días ni en blogs ni en grandes medios, que en su mayoría recorta las entrevistas a su mínima expresión.
Dos horas de charla intensiva, tan rica que llegamos hasta aquí: Palo cierra el show profundizando su link con las bandas nuevas del under (elige sus favoritos); nos cuenta de su proyecto tecno junto a Daniel Gorostegui, compañero de andanzas en Don Cornelio y Los Visitantes; y cómo llegó a contactarse con S-Music, la compañía que editó su último disco Esto es un ABRAZO. En algún momento tenía que terminar... Lo disfrutamos mucho.
[La charla completa, aquí abajo. Que se diviertan los recién llegados:
PARTE UNO, PARTE DOS, PARTE TRES y PARTE CUATRO]
TODOS SOMOS EL ENVIADO
¿Y a quiénes destacás de toda esa movida nueva, tan amplia?
A Viva Elástico. Me gusta mucho la frescura del primer disco y en vivo me parecen geniales, los vi en Niceto y me parecen increíbles.
Bueno, Ale Schuster es deudor de tu forma de cantar...
Sí, pero yo los conozco a ellos, estuve y hablé. Y él tiene un amigo mayor, o un hermano, que de ahí escuchó The Cure... Escucha mucho Bowie y todo eso, canta así porque tiene las mismas influencias que teníamos nosotros en ese momento. No es que escuchó tanto Don Cornelio, escuchó las mismas músicas que escuchaba yo. Lo hablé con Alejandro.
Yo escucho el primer disco de Don Cornelio y...
(Interrumpe) Porque yo le afanaba mucho a Echo and the Bunnymen, The Cure, Bowie y todo eso, quería cantar así. Es lo que se usaba en esa época, como Cerati. Él también tenía esa marca, cada uno desde su lugar, Cerati como algo más pop y yo algo más postpunk, más enraizado en esa línea oscura.
Más duro y más oscuro.
En el primero, en el segundo ya era como el Joy Division argentino, el acabose, no sé qué carajo era. Es inclasificable.
Ahí tu forma de cantar cambió, como si hubieras dicho “ahora soy otro” respecto del primer disco.
Fue un quiebre. Porque no quise saber nada, no me gustó el primer disco de Don Cornelio en ese momento. Ahora lo amo pero en ese momento me resistía porque me parecía muy maricón. La palabra era esa, maricón. Eso es muy del rock nacional, me tiro piedras a mí mismo: “ay, maricón”. ¿Qué maricón? ¡Re maricón! ¿Y qué? ¡Me chupa un huevo! Porque hago lo que quiero.
Aparte es algo muy personal, yo lo escucho y no me parece un disco blando.
Era mi impresión. Lo que pasa es que yo cambié en ese momento porque empecé con el virulo y con el alcohol. Igual me hizo bien ese cambio, porque es un camino a recorrer. Es el camino deseado ese de decir “ah, no, esto no”: la gente que se queda agarrada a sus propios éxitos me parece muy decadente, muy mediocre. Y más los grandes artistas que, te gusten o no, decís “¿siempre hace lo mismo?”. Para mí eso es lo interesante de mi carrera, está todo resumido en los discos de Don Cornelio: un cambio radical en un año y pico. Es lo que yo les pido a los demás: ¡cambien! (grita). ¿Cuál es el problema? Si la vida es transformación, cambiemos. Siempre vas a seguir siendo el mismo, vas a atravesar etapas... Como decir “a mí me gusta la birra y yo siempre soy así, yo tomo birra en la esquina”. Bueno, está bien, tomá birra pero un día tomate un té con una señora a ver qué pasa, si total... (Risas). Son experiencias. No tenés que estar tomando siempre birra en la esquina, ñeñeñeñe (parece imitar al Pomelo de Diego Capusotto). Basta, eso me parece conservadurismo en el fondo, conservar lo que tenés y no querer largarlo por miedo a dar un paso... “En el país de Nomeacuerdo/ doy tres pasitos y me pierdo”, diría María Elena Walsh. ¡Vamos a ver qué pasa!
Volviendo a las bandas nuevas ¿qué más llamó tu atención?
Crema del Cielo me gusta, los vi una vez en La Plata y dije “¡guau, boludo! ¿qué es esto? ¡Me encanta!”. Vi buena parte de un show en el primer Ciudad Alterna que se hizo, yo estaba también haciendo unas cosas. Ese día vi a Mostruo! y dije “mirá Mostruo!...”. Toda esa línea me gusta: en La Plata está lo mejor, es lo máximo. Todas las bandas de La Plata son buenas me parece, tengo esa sensación. ¡El Mató mata! Los vi acá en Ituza, fui a comprar helado y vi que había algo en la plaza a la tarde y pregunté. Y eran ellos, entonces le dije a Vero “aguantame un rato que voy a ver a El Mató en la plaza y vengo” (risas). Y los vi y bieeennnn, boludo. El indie nacional está bárbaro y hay un montón de bandas. Como Fútbol o esas bandas de rrrock (enfatiza) así como experimental, bandas raras. Hay muchas bandas bizarras, de rock medio extremo, lo que no hay es bandas bailables, me parece, de tecnopop y demás. ¡Tengo un proyecto de tecno! Lo traigo a propósito de esto.
Algo de eso nos contaste en la radio.
El dúo con Daniel Gorostegui. Este año nos tenemos que reencontrar, él estuvo medio borrado en las vacaciones porque es marplatense y labura en enero y febrero allá, ahora abrió un restorán, entonces nos tenemos que encontrar. Hacemos uno o dos ensayos más y a partir de estos próximos ensayos vamos a grabar. Es cuestión ir y grabar porque queremos sacar un disco.
¿Los temas ya los tienen?
Tenemos nueve. Y hay dos en puerta. Quiero que sea bien bailable, bien ochentoso mal. Que es nuestra estética básica.
¿Algo similar a lo que hiciste con Leo García? Ese toque electrónico y guitarras acústicas.
Sí, lo que pasa es que Dani es un emperador del tecno. Tiene un estudio que ocupa todo esto (señala) con su equipamiento. Va a ser más retro-tecno porque Leo es un new age total, tiene todo en un cosito así; Dani toca sintes, tiene cajas de ritmo, baterías electrónicas, secuenciadores. Y es un sonido bastante vintage-tecno genial. Él es un dios de lo tecno, siempre lo fue, es uno de los primeros tecnos de acá. Estaba Daniel Melero y Daniel Gorostegui, eran los tecnos iniciáticos de mediados -y de antes- de los ’80. Cuando llegó a la sala de Don Cornelio decíamos “guau, ¿qué onda?”. Nos rompía la cabeza. Es un poquito más grande que yo, tiene un par de años más. Y tiene toda una cultura musical: él hizo la disquería en El Living, es un melómano, un experto, un sabio de la música global.
¿Eso puede salir este año?
Espero que sí, este año ya está muy avanzado y tengo muchas cosas que hacer. Porque también estamos demeando el próximo disco de La Hermandad y quiero ponerle fecha de grabación. Si no pierdo el año. Quiero que salga en 2015.
UN PALO EN S-MUSIC
El disco con La Hermandad lo editó una compañía. ¿Cómo es el trato que vos tenés con Sony, S-Music?
S-Music no es Sony. Es una compañía argentina: distribuye Sony, es un arreglo que tiene Alejandro Varela [presidente de S-Music] con Sony pero él es la compañía. Él con un montón de gente linda que trabaja ahí, son un sello discográfico argentino y ellos bancan los discos. Al próximo lo va a tener que bancar él... (Risas).
A eso iba. Entonces ¿hay exigencia en cuanto a tiempos, por ejemplo?
No, no, yo soy el que exige. Varela es… ¡Varela es lo máximo!
¡No parece de una discográfica, digamos!
No, es una de las personas más queridas del medio. Es muy apreciado porque es honesto: él está editando a Liliana Herrero, Javier Malosetti, Ruben Rada, Sambara. Edita música, le gusta la música. Por ejemplo, yo produje un disco de una banda de Del Viso, Desagüe Varela. Me lo pidieron, me insistieron y accedí, lo hice con mucha pasión (me puse a full, hasta las pelotas). Y le llevé el disco de la banda a Alejandro, le encantó y entonces lo editaron con el sello. Con [Guillermo] el Turco Chiodi pasó algo similar.
¿También le publicaron el disco?
Sí. El Turco es un gran compositor y amigo mío y también es muy amigo de Ignacio Montoya Carlotto. Toqué el último 24 de marzo con Ignacio, allá en Olavarría, me invitó porque él siempre hizo marchas de la memoria allá ¡antes de saber que era quien era!
Es increíble eso, el tipo ya tenía esa militancia.
¡Sí! Y dijo “siempre toqué acá y en este momento expansivo tengo que estar acá”. Fue un éxito total, había miles de personas, fue bárbaro. Y te decía, el Turco e Ignacio son íntimos amigos y estábamos los tres ese día. Terminamos todos en la casa de Ignacio, que es un divino: fuimos a comer unas empanadas después del show a la Casa de la Memoria de Olavarría e Ignacio dijo “después vamos a ir todos a casa, tengo un litro de Etiqueta Negra”. Entonces fuimos y nos tomamos un litro de whisky (risas).
¿Lo liquidaron?
¡Sí, lo liquidamos! (Risas). Y tenía una ginebra europea, o sea que bebimos con Ignacio, divino. La persona que te invita a beber a su casa para mí ya es amigo, así que somos amigos ahora. Y el Turco me había invitado tiempo antes, el año pasado, a grabar en su disco. Fui, cuando me invitan a grabar si puedo grabo aunque no conozca al que me convoca (ojo, a él lo conocía de antes). Siempre aprendés algo en un estudio cantando con alguien, es un ejercicio y una experiencia, yo voy a estudiar y a aprender. Entonces le dije “loco, dame el master cuando lo tengas y se lo voy a llevar a Varela”. Se lo llevé a Alejandro, le encantó y lo editó. O sea ¡le llevo cosas y las edita! ¡Un día voy a hacer un subsello en S-Music!
Y, si seguís así no sería nada raro.
Y bueno, con mi disco de alguna manera pasa eso: lo piloteo yo, él no me dice nada. Yo le digo “quiero hacer un disco loco, pim, pam”. Soy yo el que le pone la presión a él, es al revés.
¿Vos llevás, mostrás y sale? ¿O él decide algo en el medio? ¿No sugiere nada sobre las canciones, por ejemplo?
No, no, nada que ver. Él es puro respeto, puro amor. ¡Al contrario! Me pregunta él a mí, me toma como un… Me respeta mucho como artista. Te repito: le llevo cosas y las edita, o sea, el chabón confía mucho en mi criterio. A Esto es un ABRAZO lo hice yo independiente con Goy Ogalde y Charlie Desidney, lo produzco y banco. Y me lo encontré por Twitter a Varela.
Vos hiciste eso más de una vez ¿cierto? De mostrar un disco en las compañías para ver si alguna lo quería publicar. De hecho, te quedó un disco inédito.
Sí, Intuición. Aunque nunca se grabó el disco, es una demo para llegar a un disco, para mostrar. Y eso lo bancó DBN, ellos dijeron “che, vamos a hacer un disco”. Cuando les mostramos eso nos dijeron “faltan temas comerciales…”. Fue en el 2002. Lo subieron a internet y es una especie de disco pero no: es una demo pero forma como un proyecto.
¿Y por qué quedó ahí eso?
Por eso, porque esta gente bancó la demo pero después dijo que no. “Metetela en el culo a la demo” me dijeron, más o menos. Yo ya me había ido de DBN para ese entonces pero ellos quisieron ver qué había, se bancó la demo pero como no les gustó fue un “matate”. Y no, “matate vos, chau”. Y nos fuimos.
Con Esto es un ABRAZO me dije “hago un disco y lo llevo terminado”. Antes de montarme yo, que soy el manager y hago esto, hago lo otro... Hago todo. Tuve varias reuniones con la UMI y tenía todo listo para hacer el disco independiente. Soy amigo de Cristian Aldana, tengo una reonda con él, es mi amigo hace veintipico de años porque es fan de Don Cornelio y Los Visitantes, venía a todos los shows y estaba siempre en el camarín con nosotros. Era una banda de freaks y él estaba siempre limpio, ahí, de adolescente. Pero antes de cagar tan ancho dije “voy a ver si lo muestro un poco y si alguien lo fabrica, lo edita... y me alivia la vida”. Porque si no iba a estar atrás de una película total porque no tengo un socio o un manager, lo iba a hacer yo. Ojo: reconocí un poco mis limitaciones pero iba a las compañías teniendo todos los papeles listos para ir y editarlo por mi cuenta, lo iba a hacer igual. Y con Alejandro pasó que llegué a su oficina, lo pone y me mira y dice “esto es para la radio”. Era “Soy el sol”.
Ya estaba el disco en orden y todo porque ese es el primer tema.
Ya estaba el disco terminado, “tomá, escuchá”. Y el chabón dijo “es buenísimo” y lo recompró. Quiero decir, lo editó, no es que lo compró, el master sigue siendo mío. Pero dijeron “sos una licencia”. Y siguió avanzando todo, hicimos los videos de “El leñador” y “Más que humanos”, ahora filmamos el de “Madre computadora”; más dos videos que grabamos en vivo en el Auditorio Oeste (“Dame luz” y “El ángel del suburbio”). Yo venía de Ritual criollo que no tiene un solo clip ni una sola nada y acá del mismo disco tenemos cinco materiales audiovisuales, me parece un golazo. Y también contrataron a Cecilia Crespo que ahora ya trabaja en S-Music, una mina que tiene mucha experiencia e hizo una prensa muy buena. Creo que fue mi mejor campaña de prensa, incluso mejor que Universal en su momento (aunque fue buena, en el ’96, con Maderita y toda la plata de una multinacional).
¿Estás contento con la respuesta que tuvo el disco?
Es impresionante el desarrollo de Esto es un ABRAZO. Me está yendo bien. Yo creo que es la banda igual, todo para mí pasa por esa energía. Y la banda es de verdad.
* Palo & La Hermandad se presenta el sábado 23 de mayo junto a Nuestro Crimen y Desagüe Varela. La cita es en el Centro de Servicios de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), Juan María Gutierrez 1150, Los Polvorines. Entrada libre y gratuita.
En tanto, el sábado 13 de junio se presenta en el Teatro de la Cova (Avenida del Libertador 13900, Martínez). Entradas a la venta en www.tuentrada.com y en el teatro. Más data en palopandolfo.com.
[Fotos gentileza de Fernando Manino Dachdje]
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