Seguimos girando en torno a una pelota de fútbol. Hoy se declara culpable Sebastián Lino: periodista al mando (junto a Juliana Celle) de Tren Para Pocos, envío radial que se emite de lunes a viernes a las 15 horas en Radio Estación Sur La Plata; y músico con múltiples proyectos -cantautor y parte de Ciudad Grito, nueva banda cancionera junto a Fran Paunero y Nico Piró, también cantante de Veneno y Verano-. Seba es parte del sello Uf Caruf! Discos: en 2010 publicó su hasta hoy único álbum solista, Todo es verdad, Vol. 1; y creó y lleva adelante el fanzine de historietas La Papa Universal.
¿Por qué el gol atragantado? La nota responderá por sí sola a su título, pero... Digamos que la historia de Lino con el fútbol tiene sus ribetes tragicómicos. Para saber el resto, lean:
UNA MIRADA ÁCIDA
¿Hincha de?
Educado de River. Igual nunca logré identificarme del todo. Mi infancia fue con las copas de Ramón Díaz, Francescoli dándole murra y mis abuelos comprándome todo el merchandising posible... Todavía cuelga en mi casa del Sur, a modo de cortina, un toallón del Indiecito Solari.
¡¿Un toallón del Indiecito Solari?! (Risas).
¡Tamaño real! (Más risas). Ese abuso de plástico de los ’90... Allá también tengo un pañuelo de River... ¡Qué ridiculez, es para sonarse los mocos! (Risas).
¿Sentías al fútbol como una obligación, o ni mirabas los partidos?
Hoy no miro, ni sigo, ni chusmeo de fútbol porque me genera rechazo que sea tan obligado. Leyendo a Nietzsche, a Artaud y ahora en la facultad a más analistas de la sociedad, logré entender porque me repelía tanto ese tema... Básicamente el deporte me encanta, como caminar o andar en bici, pero alrededor se creó todo un sistema de competencia y violencia naturalizada que me deja del lado de enfrente hasta que vea algún cambio.
¿Creés que esa violencia te contagia? ¿O es que te hace mal que todo sea tan así?
Me acuerdo de un profesor que daba siempre el ejemplo de las sociedades de masa diciendo "todo muy lindo pero yo voy a la cancha y puteo y me cago a palos con el del otro equipo"; todos decían que sí y terminaba la clase. ¿Por qué hay que decir que sí? Obviamente no estoy en contra de las personas, sino de esa violencia. Y hoy es indivisible. "De las tribunas se puede regresar, tan solo hace falta ser de masa gris", decía Spinetta.
Igual ahora estoy en Radio Estación Sur y si sale el tema de partidos y cosas, tengo mis impresiones, pero siempre con algo de cinismo.
Bueno, tu profesor era un poco talibán, hay de todo... Aunque sí es cierto que en la cancha ves como aparece lo peor de gran parte de la gente. ¿Fuiste alguna vez?
Soy de Esquel, Chubut, así que no pude ver nada más que mis partidos del club barrial. Me acuerdo de un tío emocionado mostrando fotos de que había ido a ver a River. ¡Parecían fotos sacadas al televisor! No le encontré la gracia (risas).
El año pasado fui a ver a Gimnasia para un trabajo de la facu. Me dio mucha risa ver, por ejemplo, un cambio de cómo era todo cuando era más pibe: ¡sólo hinchada local!
Eso le quita un poco de gracia a ir a la cancha.
Y parecía a propósito que el árbitro tenía remera rosa-fucsia. Parecía que lo habían puesto ahí para que la violencia -que no se podía descargar contra el otro equipo- saliera para algún lado. Cuando no pasaba nada, siempre alguno decía "arbitro puto, de rosadito, tragaleche" (risas).
¿Y para la radio tenés que informarte lo básico, o no hace falta?
Justamente, como el mundo obliga al futbol, aunque no quiera me entero y cada día me amigo más de hecho. Antes hacia silencio total o cambiaba de tema... Ahora repito chicanas y le meto algo de absurdo también, por ejemplo con mi novia, que su familia es de Gimnasia y siempre me hago el que los confundo con Estudiantes: "¿quién es ese pelado, Verón?". Cosas así (risas).
Sabrás que te deben querer matar...
Igual en el programa analizamos más las ramas artísticas, pero se vienen días difíciles y le encuentro la vuelta... El martes musicalicé con la cumbia del Mundial, ahora tengo que buscar más para meterle mi contraataque.
¿Te simpatiza alguno de los dos clubes de La Plata, o también te da igual?
Cuando conocí a uno de los chicos de Uf Caruf!, el Soviet de Orquesta de Perros, me obligó a ser de Estudiantes. Después, mi novia me obliga a ser de Gimnasia pero cuesta, con los jugadores que tienen... Como ves, nunca dejó de violentarme el futbol (risas).
EL PARACAIDISTA DE LOS MUNDIALES (Y DOS ANÉCDOTAS CLAVE)
¿Con los mundiales, cómo te llevás?
Este mes la vamos a luchar, porque Juliana Celle, mi compa de la radio, está en la etapa de silencio anti-fútbol; y nuestro operador Ramiro Vinotti tiene un programa deportivo... Así que voy a estar atento al Mundial aunque no quiera. ¿Qué le voy a hacer? Ya solté unos chistes críticos en mi revista de historietas La Papa Universal. Más no puedo: un país entero me enfrenta (risas).
¿Ni los partidos de Argentina te llaman la atención?
El Mundial anterior pasó que justo estábamos armando partidos con los chicos de Uf Caruf! y aunque varios son futboleros eran medio maleta o más grandes, entonces yo terminaba siendo el goleador varios partidos. Así que para motivarnos vimos algún partido en un barcito; divertido, pero no dejaba de ser paródico: no tenía nervios ni ningún sentimiento extra.
Con esa mirada, tan afuera de todo, te debe resultar divertido ver las reacciones ajenas.
Claro, desde esa vuelta del Mundial anterior me amigué bastante y me divierto, pero cuando me cruzo con violentos o densos del tema me alejo rápido... Creo que por eso no fui a jugar más, pero ya volveré. Soy buen jugador eh, un 2 zurdo corredor. Y como me aburro siempre trato de inventar gambetas (risas).
¿Ahora abandonaste la práctica?
Sí. Te doy dos anécdotas clave: iba a un club de barrio de pibe, el DT era un familiar mío, todo el circo, remera, campeonato local, juntar guita... ¡Y no me puso nunca! Un día me puso y me sacó a los dos minutos puteándome y no supe el porqué... Abandoné todo y mi familia se re enojó, todo muy irracional. Ahí me desentendí.
Después: mi primer recital en el Sur, que armé todo, flyers, ir a radios, subir algún demo... Voy al bar, toco un tema, dos... y aparecen diez monos al grito de "¡pongan el partido!" (risas). El Mundial 2006 me cagó el reci, debe ser un récord en el indie patagónico: superfecha de dos canciones (más risas).
Vamos a la primera: ¿tu familia te condenó cuando niño por no querer ir más?
Mi abuela me prohibió ver tele, comprar revistas, salir con amigos, todo. Dijo que por todo el año, pero recuperó la cordura al mes y medio.
Como para que no odies el futbol... (Risas).
Es lo que Focault llama la auto regulación de la sociedad industrial, donde al primer gesto de pensamiento distinto te castigan. Mirá si lo hubiera leído de niño.
Igual siempre hice deporte, pero estoy en contra de la competencia como expresión del capitalismo salvaje. Un día salí segundo en una maratón… ¡porque el primero me tironeó la remera! (Risas).
¿Y no hubo sanción, ganó el otro? Es dura tu historia con el deporte...
Una historia de incomprensión, porque si fuera todo como se dice de diversión, compañerismo y juego limpio.... Capaz que me pagaban los esteroides a mí y no a Messi (risas).
Igual, la anécdota del show es tremenda. Ahí el fútbol se metió en una situación ajena. ¿Cómo reaccionaste?
Reaccioné como todas las otras veces... Callándome y yéndome para otro lado. Es una fuerza que no puedo enfrentar. Ese día, ponele que había 20 personas y se tuvieron que ir conmigo porque no eran del palo del futbol, habían ido a ver que onda la música que tenia para mostrar. Justo fue un amigo que no salía nunca -Berbil, uno de los músicos más extravagantes de la Patagonia- y me dijo que ese momento iba a pasar a la historia... Bueno, ahora esa historia está en La Música es del Aire.
[Foto de Sebastián en la biblioteca, por Victoria Asarchuk.]
3 comentarios:
interesante... uno con la edad se va alejando del fútbol de a poco, onda como en casa tomada de Julio ja....
A mi me pasó al revés, de chico me aburría ver los partidos enteros, no me podía quedar quieto tanto tiempo. Desde que me fui de José León Suárez (la casa de mis viejos) entendí por qué mi viejo se pasaba toda una tarde escuchando los partidos de la B mientras hacía otra cosa. Ni hablar de que repito la historia de atornillarme frente a la TV cuando juega el Ciclón.
Saludos a ambos!
Yo quisiera poder alejarme, JLO... a veces es hasta jodido para la salud.
Y siempre fui un enfermito, Frodo, incluyendo la niñez.
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