domingo, 29 de julio de 2007

El último, que cierre la puerta

Me enteré de la salida de este nuevo disco gracias a una nota en Clarín -¡sí, sirven para algo!- de Silvina Marino, ayer sábado, que se titulaba “Últimas imágenes del naufragio”. El título de la nota presagiaba un texto -suponía yo- duro con este registro en vivo, distribuido en tres discos. Pero no, la crítica, si se la puede llamar así, fue buena. El respectivo show -en realidad son dos, el registro es de dos shows en la misma noche, por eso se repiten algunos temas- es el primero de la gira final de los Doors. Es decir, de los Doors en serio, con Morrison. Y, si bien no está mal, tampoco es la gran cosa, hay que decirlo.
En la nota de Marino, se rescatan un par de frases del booklet del CD: “Una instantánea de la banda en el epicentro de su turbulenta travesía", dice Ray Manzarek. Robbie Krieger tira sobre Jim un "tal vez sólo estaba fingiendo que estaba arruinado". Admite que "la gente quería tener la chance de ver un show horrible pero también la posibilidad de presenciar la magia (?)". Un poco de las dos cosas hay aquí. Lo que dice Manzarek es cierto, y todos sabemos que una instantánea no siempre sale bien. Y lo que dice Krieger... para mí, Morrison estaba arurinado de verdad (de hecho, un año después se dormiría para siempre en la bañera).
Coincido con Marino en algo: este tipo de discos, sirven más que nada como un testimonio de época, para mostrar cómo fue un determinado momento, en este caso, de la historia de una legendaria banda de rock. Probablemente, el disco no se haga cargo del peso de la leyenda, pero los Doors fueron esto que podemos escuchar aquí: una banda sostenida por el carisma de su cantante -que no estaba pasando por su mejor momento- con muy buenos músicos acompañándolo. La interpretación de la banda casi no tiene reproches por hacer -grande, Manzarek-, los reproches a hacer de Live in Boston son los devaneos, principalmente vocales, de Jim. Pareciera que le falta energía, esa fuerza vocal que supo tener un tiempo atrás. Por momentos casi balbucea.
Ojo, quizá este siendo demasiado duro, porque tampoco es un desastre. Hay muy buenos momentos en la placa, como las versiones de Crossroads y Rock me baby, o los doce minutos y medio de Light my fire, que nunca cansa. Pero si yo fuera ustedes, haría clic por acá primero, antes de ver si pago la fortuna que -supongo- va a salir este disco. Digo “va a salir”, porque aquí en Argentina sale mañana, lunes. De nada.

El disco 1 está acá

Acá el dos

Y acá el tercero

15 comentarios:

bonito lunch dijo...

aca coincido con fresan ,en que doors siempre fue una banda sobrevalorada

Lelaina dijo...

uuhhhhh
geniales tucho
thank you very mucho

Anónimo dijo...

Yo coincido también en que esta clase de discos tienen el valor de retratar una época, y luego, poco más.

Aprovecho también para felicitarte por el blog: está realmente muy bueno, y da gusto leer tus comentarios.

Saludos.

santiago segura dijo...

Lunch, usted sabe que, muerto el rey, viva el rey.
Igual no creo que estén sobrevalorados, pertenecen a un momento más que interesante del rock (su primer disco es del '67, año clave). Tampoco son considerados la mejor banda de la historia, tienen un lugar que merecen.

De nada, doña Lelaina.

Gracias Claudio por los elogios, en un rato me doy una vuelta por tu blog.

Roedor dijo...

A mí los Doors siempre me aburrieron mortalmente, qué quieren que les diga...

Zzzzzzz...

santiago segura dijo...

Jaja, no puede ser que coincidan en todo! Diganme que no son hinchas del mismo club, muchachos. Saludos!

Anónimo dijo...

Te contesto acá, Tucho: antes que nada, gracias por la corrección. No sabía ésa historia acerca de "Mejor no hablar de ciertas cosas". Estaba convencido que era una composición conjunta.

Soy argentino, desde luego.

Y, como ya habrás visto, yo sí soy fan-fan de Jim y de los Doors, pero sinceramente éste disco no me entusiasma demasiado.

A tu blog ya lo puse en favoritos hoy más temprano, jaja. Saludos.

santiago segura dijo...

Después seguí leyendo y caí en que eras argentino, Claudio. Muy bien escrito todo, entren al blog de Claudio que está muy bueno.

Y leyendo en los comments de dicho blog, un duda: Lunch, sos de Hurlingham?

Saludos!

Darío dijo...

Morrison tenía una voz de la puta madre, tampoco nos sintamos culpables de valorarlos che.

santiago segura dijo...

Mi crítica es medio despiadada, pero es sólo con respecto a este disco. Yo los valoro a los Doors.

Roedor dijo...

Que a mí no me gusten no implica que me parezcan unos zoquetes totales. Eso es algo que es difícil de explicar en este tipo de medio. A veces tengo la sensación de que TODOS los bloggers son tipos de 17 años que consideran que o sos su amigo o su enemigo mortal. A veces es así, pero las más, no.

Creo que con el lunchero disentimos en Kurt Cobain y en algo más que ahora no recuerdo.

santiago segura dijo...

Por supuesto que no, Roedor! Y tenés razón en eso de a veces no se puede disentir (y no sólo en los blogs, lamentablemente).
Acá te dejamos que digas que no te gustan sin necesidad de insultarte ni nada, tampoco es tan grave. Si todavía hay gente en el mundo que dice que "no le gustan los Bealtes...".
Y es verdad, recuerdo la discusión con Lunch sobre Cobain, ahora me quedo más tranquilo. Estaba comenzando a pensar que eran la misma persona con distinto nick.

bonito lunch dijo...

vivo en city garden , que es al lado.
roedor es un gran polemista , cosa que yo hago muy de vez en cuando t además el escribe bien y yo soy un queso

Roedor dijo...

Yo no soy polemista, soy hinchapelotas, que no es lo mismo.

santiago segura dijo...

Amén, somos dos entonces. En realidad, siempre que se es polemista, se es hinchapelotas. Creo.