jueves, 30 de agosto de 2007

Música y Religión (en el medio, Charly)

A lo largo del tiempo, todos los que estamos en el mundo de la música -desde el lugar que sea- vamos viendo cómo se mueven los músicos y sus respectivas carreras. Sin dudarlo, cualquiera que haya escuchado al Charly de otras épocas sabe que la actual no es la mejor versión. Como dice el propio García, “lo que ves es lo que hay”.
Pero uno lee las noticias y se encuentra con sorpresas: “Charly y su gran show en La Trastienda” y títulos similares. Que a esta altura alguien pueda decir eso de él es particularmente extraño, porque hace por lo menos 13 años que nos tiene más acostumbrados a los escándalos que a las buenas canciones. Que haya gente que paga precios astronómicos para verlo -bien podría decirse gastronómicos, por lo que sale comer en Argentina- suena aún más increíble, sabiendo que bigote se raya y se va del escenario a los diez minutos de iniciado el show. Para nunca más volver, claro.
Aquí entramos en el mundo engorroso que voy a analizar brevemente: la relación artista-público, que se ha vuelto en los últimos años una cuestión más de aguante -curiosamente, el título del que quizá sea el disco más flojo en toda la trayectoria de Charly- que de exigencia. Es decir, el público no pide nada: va a los shows, recitales (o como quieran llamarle) a compartir el rito con los demás. A veces ni siquiera interesa demasiado lo que haga el artista x arriba del escenario.
Dentro este panorama, que ayuda a la no-renovación de los músicos -cada vez es más común que entre disco y disco haya al menos tres años de espera, aquí, allá y en todas partes- se encuentra el amigo Charly, y quienes él llama los aliados. Es decir, los que garparon la entrada para verlo en La Trastienda, o antes en el Gran Rex, o donde sea que el flaco esté. Pero Charly no es el único al que le pasó esto, porque EL público es uno. Y el público de rock en Argentina se ha vuelto una masa de gente que no exige nada, que aplaude la mediocridad, que no busca lo nuevo, que va para estar... Entonces, le damos el pie a los músicos para que se aburguesen y no entreguen nada interesante.

¿Qué me dio el pie para escribir todas estas gansadas? Sólo el nombre de un disco (el de arriba), y la relación de ese nombre con el presente del artista y del mundillo del rock en general. Porque, sin lugar a dudas, la música se ha vuelto parte de la religión. Y eso es algo negativo.
Ahora... ¡qué bueno sería que Charly vuelva a ser el de Parte de la religión! Ni me gasto en decirles algo del disco, sólo vean el tracklist...

LAS CANCIONES:
1- Necesito tu amor
2- Buscando un símbolo de paz
3- Parte de la religión
4- Rap de las hormigas
5- Adela en el carrousel
6- No voy en tren
7- Rezo por vos
8- El karma de vivir al sur
9- Ella adivinó
10- La ruta del tentempié

sábado, 25 de agosto de 2007

Costhanzo y su pop fino

Hace un buen tiempo ya, me di una vuelta por el blog de Costhanzo y le pedí que me recomiende algún disquito para subir al blog. Hasta ahora, las recomendaciones habían venido por parte de periodistas del medio, músicos o bloggers que insistían con bandas ochentosas. Pero decidí preguntarle a Augusto porque noté que buena parte de su producción tiene relación con el mundo de la música, por lo que deduje que el hombre sabía.
Hace poco, recibí su respuesta, que nos propone escuchar a The Sea and Cake, más precisamente su último disco Everybody. Su comentario fue: “les va a encantar, es una mariconada bien fina para tipos middle age como yo”. Como sé que en el mundo hay muchos homofóbicos, me dediqué a buscar una reseña del disco. Para los que gusten de las mariconadas bien finas, no hace falta que la lean. Los que quieran, aquí pueden acceder al pop de los muchachos de Chicago.

Les cuento, a quienes no sepan bien quién es Augusto Costhanzo, que el amigo se dedica a la ilustración desde fines de los años ‘80. Trabaja para los medios más importantes del país (Clarín, Pagina 12, La Nación, Olé, Rolling Stone, G7 y unos cuantos más) y también hizo lo suyo en España (diarios El país de Madrid, El Mundo, revista Rolling Stone España), EE.UU. (Wall Street Journal, Globe & Mail) y México (Rolling Stone y Playboy). Tiene una excelente página web y un recomendable blog. En ambas páginas pueden ver sus trabajos y profundizar un poco más sus conocimientos sobre él.
Leyendo el prontuario dan ganas de ser ilustrador, ¿no? (aunque claro, para tener todos eso laburos hay que ser bueno como Augusto, pequeño detalle).

Gracias a Costhanzo, que lo disfruten.

lunes, 20 de agosto de 2007

Lou recargado

Me animo a aseverar que Lou Reed es el rockero -o músico de rock, según cuál de las dos crean es Reed- más perverso de la historia. Esto va más allá de su famosa antipatía, o su habitual ironía ante los periodistas (lean entrevistas del hombre y se van a reír mucho... ¡no responde ninguna pregunta!). A lo que voy es a su perversión para hacer canciones. Sus letras, su forma de cantar... todo suena cínico. Porque hacer una canción pop de corte clásico de los sesenta, tan Beach Boys, pero con una letra desolada que dice “¿Quién ama al sol? / ¿A quién le importa que haga las plantas crecer? / Qué importa lo que hace desde que rompiste mi corazón”, sólo lo puede hacer Lou Reed.

Así comienza Loaded, cuarto disco de Velvet Underground, último disco antes de que Doug Yule -que aquí se encarga de la batería en casi todos los temas, ya que Maureen Tucker estaba embarazada- se adueñara del nombre del grupo. Lou se quejó, cuando salió el álbum en septiembre de 1970, de que habían cambiado cosas sin su consentimiento. Claro, el pequeño detalle es que... ¡se había ido de la banda durante la grabación del disco!

Más allá de las quejas del huraño hombre, Loaded es un discazo de punta a punta. Se llama así porque la compañía les pidió un álbum cargado de hits... Los muchachos cumplieron con creces, claro, pero sus hits no eran canciones de simple digestión, sino bombas como Sweet Jane o Rock and roll y canciones hermosas y etéreas como New age; o la citada Who loves the sun. O... esa gloria de siete minutos llamada Oh! Sweet nuthin’. Las diez canciones de Loaded tienen vida propia y a la vez una cohesión entre sí envidiable: este es el disco más claro y más entrador del combo en su versión clásica. No tan sucio como los dos primeros, por comparar (el de la banana y el aún más corrosivo White light/White heat).

Durante la grabación de esta obra, Velvet Undergorund se convirtió en trío. Como digo arriba, Tucker estaba embarazada y Yule se hizo cargo de sus partes. John Cale ya no estaba, pero sí Sterling Morrison y su guitarra. Junto a Reed, lograron uno de los grandes discos de la historia del rock: pop y pesado, hermoso y desagradable, siempre irónico y consistente, Loaded se mantiene en pie y nos mantiene hipnotizados por cuarenta perversos minutos de la más perfecta imperfección.

¿O Velvet Underground no era eso, acaso?

martes, 14 de agosto de 2007

Reponiendo

Los siguientes discos han sido repuestos (cambié los links de Zupload por Zshare):

Sancamaleón – Polenta;
Wilco – Sky blue sky
Pat Metheny – Bright Size Life;
Doris – Achacandá;
Lucila Cueva – Demo;
Charly – Clics Modernos;
La Cruda – Mente en Cuero;
Adrian Belew – Young lions;
Bob Dylan – The freewheelin’;
El Cuarteto de Nos – Raro;
Almendra – Almendra;
Manal – Manal.

Buceen en las etiquetas, son todos excelentes (prometo que la palabra no va a quedar grande). Espero que los bajen tanto como hasta que se jodieron los links, les conviene.

Saludos (ya estoy cerca de recuperar todos los links perdidos, paciencia).

sábado, 11 de agosto de 2007

Rock 'N' Roll Nigger

Sinceramente, decir algo nuevo de Hendrix es imposible. Si digo que es el guitarrista más influyente de la historia del rock, no digo nada nuevo. Si digo que es el más copiado e imitado (sin suerte), tampoco. Si digo que es un cantante excelente quizá sí se sorprendan, pero me parece que no se lo valora en esa faceta como se debería.
El disco que aquí les traigo, es el recordado show del Monterey Pop Festival, en 1967. Durante Wild thing, en este show, Jimi prendió fuego la guitarra, en uno de los momentos más recordados de la historia del rock. Además, podría decirse que es un simbolismo de lo que en verdad hacia con su viola, a cada nota que tocaba.
Alguna vez, el Indio Solari dijo que la de Hendrix le parecía "una de las pocas músicas que todavía jode a la abuela". O sea, ese rock que todavía molesta. Concuerdo con esa afirmación, y por eso los obligo a bajar Jimi plays Monterey, para molestar un poco -si es que aún las tienen- a sus queridas abuelitas.

LAS CANCIONES:
1. Killing Floor
2. Foxey Lady
3. Like a Rolling Stone (gran versión)
4. Rock Me Baby
5. Hey Joe
6. Can You See Me
7. The Wind Cries Mary
8. Purple Haze
9. Wild Thing

lunes, 6 de agosto de 2007

About Zupload

Supongo que, si son de entrar a otros blogs de descargas, se habrán dado cuenta solos (lástima lo de JS Free). Sino, les paso a contar. El servicio que nos daba Zupload ha muerto, o al menos está caído y no parece que se vaya a levantar. Muchos discos del blog estaban bajo ese servidor, y por el momento no se van a poder bajar para su disfrute. Con tiempo -cuando pueda y de a poco, claro- voy a ir resubiendo todos los links caídos, a otros servidores, claro.
Tengan paciencia, saludos a todos.

Tucho, vicepresidente junior* de LMEDA.

*Chiste sólo para entendidos, jeje.

sábado, 4 de agosto de 2007

Dime cómo te llamas y te diré cómo suenas*

Pocas veces el nombre de una banda me gusta. Casi todos son feos, a decir verdad. Y, aunque después la banda me guste y el nombre poco interese -porque, en el fondo, poco interesa si lo que después envuelve es la música-, a veces sirve para tener una pauta previa, puede ser una buena carta de presentación. Por ejemplo, AC/DC no podría llamarse de otra forma, es el nombre perfecto para lo que hacen. O Iron Maiden, encaja justo con lo que la banda es.
No sé si será casualidad o causalidad, pero ambas bandas son de rock pesado. Y La Cruda, la otra banda a la que el nombre le queda perfecto -y de la que voy a hablar hoy- también lo es, en cierto modo. Son crudos -en la acepción musical de la palabra, por supuesto-, directos. Certeros como una trompada de Pappo a hijo de fotógrafo, para que entiendan mejor. Las guitarras están ahí, al mando de todo, marcando el tiempo a veces y disparando riffs otras. Y el sonido de la banda no está pensado para ser lindo, sino para pasarte por arriba. Así de simple...
El disco a analizar en cuestión de estos muchachos santafesinos, es Mente en cuero, salido el año pasado. Como ya dije, es un compendio de guitarras rifferas, que casi no baja la intensidad a lo largo de catorce tracks. El arranque es arriba, pero no tanto, con Tiempo en reversa y Cruce hormonal. Pasa La conexión delirada, una canción violenta y oscura, y viene el primer tema tranquilo, lento: Humanidad. Pero con el track que da nombre al disco vuelven a la distorsión, con momentos rítmicos más que interesantes, que se repiten durante todo el disco. Y Corazón umbilical tiene rock al principio, pero se vuelve una canción pop con buena melodía, y un estribillo acústico ganador.
Así se desarrolla todo el disco: rock al palo, pero bien hecho. Explicándolo un poco más, se puede decir que La Cruda se instala en un estilo y lo desarrolla, pero... tiene algo fundamental en una banda que quiere pegar el salto. Matices. Y no cualquiera consigue eso, esos matices que hacen de la escucha del disco un momento interesante y no un bodrio que aturde. Además, esos matices terminan generando algo fundamental: que no suenen todos los temas igual, como pasa con otras bandas del género (para encasillarlos, podría decir que son hard-rock, pero prueben ustedes y después me dicen). Recomiendo, si no se animan a bajar el disco, probar con los temas Comarca en paz -corte de difusión- y El octavo intento, tema de cierre. Apuesto que van a regresar por este link.
Sin ninguna definición por agregar, mejor los invito a probar a La Cruda. Y recuerden, que a veces los nombres dicen mucho...

* Qué título pelotudo, sepan disculpar.
También disculpen que la imagen se vea mal, pero ya lo tendré original para subir la portada con buena resolución.