jueves, 5 de junio de 2025

Wilco en Sudamérica: Creo en la locomoción

Wilco en el C Art Media de Buenos Aires. Foto: Jesica Jara.

Una luminaria con su nombre y nada más. Esa es toda la escenografía que necesita Wilco para sus conciertos, al menos los que brindó en la sala Eduardo Fabini del Auditorio Nacional Adela Reta del SODRE, en Montevideo; y en el Complejo Art Media de Buenos Aires. El auditorio más grande de Uruguay (con capacidad para 1885 espectadores) y un galpón de talla media (2700 personas) en Argentina, ambos repletos para escuchar la más maravillosa música y ver a sus seis creadores. Segundo tour sudamericano, con debut yorugua y la memoria fresca de aquellos que ya habían visto al grupo en la edición 2016 del Festival BUE: hay que volver por esta banda porque no hay muchas así. La verdad sea dicha: no hay otra así.


El único ropaje que Wilco necesita es su propia música. Jeff Tweedy, el capitán del barco, no flamea ninguna de las dos banderas patrias ni repite chistes. Tampoco intenta hablar en español. Es el show sin guion de una banda de renombre internacional que bien podría presentar un setlist fijo con los mismos trucos noche tras noche. Pero lo único que el líder dirá más de una vez es que se siente a gusto tocando para estas audiencias, mientras alza los brazos como en la portada de su álbum solista Warm (2019) una y otra vez. Definirá a la parcialidad uruguaya como una de gente linda (“nuestro público en general no es así”) y polite (el silencio solo será interrumpido por los aplausos). Por el contrario, pedirá calma a las fieras argentinas, ante la descomunal ovación luego de ejecutada “Company in My Back”, la primera canción. “Esperen que recién va una”, advertirá como si supiera que, si así reaccionaron con ese ingreso preciosista y tenue, cuando el show ascienda a sus cumbres no habrá alarido que emparde esa gritería inicial. Eso que él sabe nosotros solo lo sospechamos.


El augurio se confirma canción tras canción: Wilco encontró su formación ideal el 19 de mayo de 2004, cuando debutó en vivo el actual sexteto que integran, además de Tweedy y John Stirratt (los únicos miembros originales), Glenn Kotche, Mikael Jorgensen, Nels Cline y Pat Sansone. Un ensamble en el que cada pieza cumple su rol con una eficacia y versatilidad inauditas. Y es que su obra contiene universos que contrastan entre sí, trabajados con maestría en el estudio y ejecutados con una pericia ridícula en vivo, donde llevan más allá lo registrado en los discos. Hay una convivencia sagrada entre el rock and roll y la canción de vertiente americana, el country, la música concreta, el punk rock, elementos de electrónica, powerpop, y casi cualquier etiqueta de esas que se apilan en las bateas. Queda a las claras que son músicos estudiosos y oyentes exhaustivos, lo que hace que parezca fácil llevar adelante ese abanico de influencias tan variopinto. 


Wilco en Buenos Aires. Foto: Jesica Jara.


En Wilco se siente el linaje —The Band, Television, Steely Dan, Byrds, Velvet Underground, R.E.M., Replacements, Dylan, Neil Young— sin que se vuelva un grupo meramente imitativo: aquello que pasa por su filtro sale con un brillo renovado. En la estela de su música se huele el perfume de la Gran Historia de la cultura rock. Y sí: tocan sobrados. Una amalgama de rockers amables (Tweedy-Sansone-Stirratt) y avant-gardeners que miden sus poderes según lo exija cada pieza (Cline-Kotche-Jorgensen).


Mientras los Strokes desplegaban sus guitarras arquitectónicas y su facha high-society y el nü metal tiraba las últimas trompadas de impotencia al aire, Wilco cimentó un camino singular de la mano de sus obras más laureadas: Yankee Hotel Foxtrot (2002) y A Ghost is Born (2004). Expresionismo folk, pop progresivo, letanía esperanzada capa tras capa. Entre el ruido o por sobre él, canciones de una belleza fulgurante. Esos dos álbumes fueron centrales en la noche del miércoles 28 en Montevideo. El viernes 30 en Buenos Aires tuvo una sorprendente cantidad de música de Sky Blue Sky (2007), el álbum del reposo en una trilogía imaginaria, infravalorado por los fans y parte de la crítica al momento de su publicación (y rescatado por Pitchfork en una insólita corrección de calificaciones realizada algún tiempo atrás).


Para alegría y fervor del soberano, el primer disco con edición argentina vía Warner tuvo seis de sus canciones en el setlist porteño; misma cantidad del Ghost en Uruguay. En el trueque entraron “Wishful Thinking”, “At Least That’s What You Said” y “The Late Greats” (Uruguay) por “Side by the Seeds”, “You Are My Face” y “Hate It Here” (Argentina). Por ende, el show en el SODRE tuvo a un Tweedy más protagonista en su rol como primera guitarra, con especial lucimiento en la soberbia recreación de “At Least...”. El marco teatral probablemente haya hecho que el grupo desande tesituras suaves en comparación al show con público de pie. Sonaron “I Am My Mother” y “Love is Everywhere” en dos rendiciones de cajita musical. Para Buenos Aires, por el contrario, dieron rienda suelta a su corazón beach-beatle con “Whole Love” y una vuelta descomunal de ese repeat intenso y sangrante titulado “A Shot in the Arm” antes de los bises. Esos matices no se dieron solo en las modificaciones de lista: obligados por el marco, sonaron más fuerte, aunque igual de claro (todo un mérito tratándose de un lugar, como dice su nombre... complejo).


En materia técnica hay una certeza que emparda a la musical (o tal vez colabore con ella): Wilco está un punto por encima del resto. El impactante arsenal de instrumentos que pasa por el escenario, en especial la infinidad de guitarras, explica parte del asunto. Todo está puesto en su exacto lugar, la voz de Tweedy se escucha a lo largo del show con una nitidez asombrosa, así como lo que toca cada uno de los músicos. Para cualquier colega es una clase magistral: el pulso suizo de Kotche; el trabajo de las guitarras, sea una, dos o tres, loable por ensamble y capacidades individuales. Pat Sansone es el obrero silencioso, con un sonido descomunal, buenas ideas y pose Townshend. No pierde eficacia cuando pasa a las teclas y permite a Jorgensen una labor más de científico loco. Cline es la estrella, pero demuestra que no es solo el pedal que la banda pisa cuando quiere tornarse más agresiva: desde sus improvisaciones, además de un torbellino de notas o una destreza intimidante, pueden surgir momentos hipnóticos como en “Bird Without a Tail / Base of My Skull”, o el homenaje no tan velado al solo de Tom Verlaine en “Marquee Moon” durante “Handshake Drugs”.


Jeff Twedy en el C. Foto: Jesica Jara.

¿Y Tweedy? Además de un frontman bonachón y divertido, al líder del grupo se lo ve disfrutar sin perder el foco. Establece un diálogo justo con la gente, y canta como se comunica: exacto, preciso, austero pero sentido. Podría decirse que es un gran cantante porque sabe que no es un gran cantante: consciente de no ser poseedor de un amplio rango vocal, con lo que dispone dice demasiado. Nunca grita, pero puede ser salvaje cuando es necesario, encarnar personajes inesperados (chequear la versión porteña de “Hate It Here”) o escalar a falsetes improbables (“Walken”). Encuentra en el sobrio Stirratt, su Robin, el amparo a la hora de las armonías: se notan a la legua los 30 años cantando juntos. Edifican una sola voz. Solo en “Hummingbird” Tweedy descansará de las seis cuerdas: entiende que es una perla para cantar con todo el cuerpo puesto en ella. Ya dijimos que sabe un poco más.


Que toquen sobrados no significa que no se tomen la cosa en serio. Si viste a Wilco en vivo alguna vez, el grupo te sorprenderá como si fuera la primera, incluso con aquellos pa(i)sajes habituales. Como cuando se reparten entre el caos y la melodía en “I Am Trying to Break Your Heart” y “Via Chicago”: el grupo se fracciona en dos entre quienes sostienen el corazón de la canción y aquellos que aporrean sus instrumentos como si quisieran destruir la melodía, que prevalece entre la tormenta sonora. Es una escena teatral, en la que Twedy y Stirratt se mantienen impávidos canturreando como si nada pasara, mientras detrás suyo se cae el mundo y el resto de los músicos juegan al más espasmódico de la cuadra, en plan Ian Curtis. También es esperable el festival de guitarras en “Impossible Germany” (en Argentina, con el público coreando el solo para risa de Tweedy, que se congració con todos los sing-alonggings de la noche). Sin embargo sucede y cala hondo.


Para el cierre, luego de un paseo caleidoscópico por su obra y con un público eufórico, Wilco parece decir: “De acá venimos”. Y hacia el polvo vamos, entonces. Los bises se dividen en dos pequeños sets: uno country, con “California Stars” —tres acordes y la verdad— acompañada de pequeños solos de todos, y “Falling Apart (Right Now)”, con Cline y Sansone sobrios y novedosos a la vez (¡a esas alturas de la noche!); y el otro rockero, con las apariciones tardías de Being There (1996), “I Got You” y “Outtasite (Outta Mind)”, esta solo ejecutada en Argentina. En el medio tercia “Walken”, cruza de ambos universos, con su tono amable y obsesivo. El protagonista de la canción, atrapado en un pensamiento, sale a caminar y termina convencido de lo que tiene que hacer: darle toda la razón a alguien. 


Así quedamos cada vez que salimos de un show de estos chicagüenses: atravesados por el rayo de su música, convencidos de que no vamos a volver a escuchar una banda así de buena hasta que vuelvan a pisar suelo sudamericano. ¿Se puede constituir una obra de arte en vivo? Eso son sus conciertos.


Que no pase otra década en el medio, Wilco. Tenés razón vos.

lunes, 26 de julio de 2021

Lo que sabemos de Palo

Palo en la sala de Don Cornelio. (Foto: Facundo R. Soto).

Lo que sabemos es que tu presencia irradió electricidad, y que nadie que te haya escuchado hablar sin parar con esa voz de trueno (la más poderosa y fuerte que escuché) o reírte con esa carcajada demencial pudo mantenerse indiferente. Volumen y constancia, atropello que a veces terminaba en onomatopeyas espectaculares o un silabeo titubeante que no decía nada y a la vez significaba todo el entusiasmo.

Sabemos que eso que se veía en el artista de escenario se repetía en la persona de abajo. Javier Martínez dijo de Charly alguna vez que "Uno es un artista cuando es un artista en su vida". Corre para vos, siempre igual, siempre curioso, siempre tenso, siempre llamativo, siempre pensante, siempre a punto de sorprender con un grito que podía llegar a asustar, siempre magnético. Con una diferencia respecto de ciertos artistas: eras un tipo normal, con la estrella y el ego latente de cualquier artista de verdad, ok, -el neologismo que usabas para autodefinirte en esa situación era fantástico: egótico- pero también preguntabas "y vos cómo estás". Es mucho para un universo en el que Yo es la palabra más escuchada en cualquier entrevista. 

Sabemos que eras callejero, colectivo y popular.

Sabemos que "Sangre" es como "Por" de Spinetta, pero mil veces mejor. Y creo que nadie lo dijo jamás, qué pelotudos.

Sabemos que cuando fuiste a tocarla a ese programa poco memorable de Fantino se quedaron todos de cara porque la carne viva descoloca hasta a la gente más superficial, vacía y estúpida. Todavía están tratando de entender qué pasó en esos dos minutos y pico.

Sabemos que Don Cornelio no tiene nada que envidiarle a ningún gran grupo de toda la historia del rock argentino, y que en dos discos hicieron más obra que otros que publicaron mil.

Sabemos que "Ella vendrá" es el hit más oscuro del rock nacional, ¡y eso que está pulido!

Sabemos que eras culto, místico, político, bardero y a la vez conciliador. Pero pudiendo ser mainstream desde cero, tu nervio siempre te llevó para abajo. Demasiado cabrón para una industria estandarizadora, demasiado artista.

Sabemos que siempre tocaste para Madres, Abuelas e H.I.J.O.S. ¡Y quisiste hacer amigar a Hebe con Estela! A vos solo se te ocurre, Palo.

Sabemos que decías siempre que con una guitarra y tu voz parabas la olla; y la parabas.

Sabemos que si dice Oh oh oh oh eh eh eh ah oh oh oh oh eh eh eh ah ah ah oh oh oh eh eh eh eh ahhhhhhh es "Te quiero llevar".

Sabemos que te despidió una legión de gente impresionante, entre ellos varios de tus ídolos. Con ternura y devoción.

Sabemos que estabas un paso adelante y este mundo estúpido digiere las cosas cuando ya están sobremasticadas. Entonces, sabemos que deberías haber sido algo más popular en las taquillas, aunque fueras popular en el sentir, en el decir y en el andar. Sin subestimar a nadie.

Sabemos que vendiste sánguches en la calle porque el negocio de la música te pudría, y eso no lo debe haber hecho mucha gente. Y cuando un boludo francés te dijo: lentes o música, elegiste la que iba.

Sabemos que quedó para siempre el rumor de que te querían como reemplazante de Luca en Sumo por sugerencia del mismo pelado. Y aunque será un rumor eterno y tal vez una mentira, eras el indicado en ese delirio, aunque nadie sea reemplazable.

Sabemos que tus compañeros de generación te respetaban y admiraban. Cualquiera se daba cuenta de tu estatura.

Sabemos que repetiste el movimiento de Don Cornelio en Los Visitantes, cuando después de Maderita salió Desequilibrio con "Que está rico, que está feo" como corte de difusión. ¿A quién carajo se le ocurre?

Sabemos que si un ser humano que puede comprender el idioma español escucha "A través de los sueños" y no se conmueve, es porque no tiene corazón. Si no lo comprende, debería conmoverse también.

Sabemos es que casi todos tus discos están descatalogados y eso es una hijaputez. Como la hijaputez que será que los descajoneen ahora, eso que reclamabas hace años.

Sabemos que Ritual criollo y Esto es un abrazo son tus discos más felices, o eso parece.

Sabemos que el único disco en vivo de verdad y que importa es el de Don Cornelio. Y segundo viene el de Los Visitantes, eh.

Sabemos es que Patria o muerte es una de las obras más viscerales jamás realizadas en el arte argentino. Y hay demasiada (demasiada) gente que ni sabe que existe.

Sabemos que grabar "Sangre amarilla" solo se les podía ocurrir a unos dementes como ustedes.

Sabemos que "Cabeza de platino" era una de tus canciones favoritas, y que haya sido la última que te vimos cantar es tremendamente poético, triste y espectacular. Hiciste la de Bowie, Palo, la concha de la lora.

Sabemos que fuiste un cantante extremo y que nunca dio la nota para dar la nota siempre. Afinar no era el asunto base, sino generar un ruido expresivo que es esa masa insólita que te sale.

Sabemos, por ende, que la grabación original de "Playas oscuras" es maravillosa porque está todo corrido, desafinado, extraño, arrebatado, tosco. Se supone que está mal, pero es espectacular. ¡Y lograste que fuera un hit así como está!

Sabemos que eras el rockero que mejor se cruzaba con el tango. Nos quedaste debiendo ese disco. Y el electrónico con Daniel Gorostegui, el cornelio y visitante al que le prometiste créditos. Y este último que estabas grabando. Y tantos más.

Sabemos que a Palo Pandolfo no se lo entrevistaba, se le decía "Hola" y arrancaba, el viaje ya estaba hecho.

Sabemos que te entusiasmaba por igual una tarta de pascualina y Spinetta, un bolsón orgánico y los Beatles, Clarissa Pinkola Estés y Tarkovski, Herbie Hancock y Camarón, el yoga y el horóscopo chino, la historia y la radio, la Gibson SG que te alegró comprar y verte en YouTube descubriendo cómo empezabas a destrozar (o reconfigurar) tus cuerdas vocales. Hermano, todo te despertaba entusiasmo, cómo mierda hacías, una galletita, un gato y una revista eran el universo todo para vos y había que descularlos. Todo te paraba los pelos, decías. Qué personaje.

Sabemos que hablabas idioma inclusivo como los pendejos, tenías la antena ahí, escuchabas a cualquiera con la misma atención y acusabas recibo.

Sabemos que te escapaste de la ciudad y pediste que se abriera Buenos Aires antes de que todos lo pensaran en medio de una pandemia.

Sabemos que decías digamos cada diez palabras, que hablabas rapidísimo y desgrabarte era una tortura (divertidísima, engorrosa y apasionante). Que tenías un latiguillo hermoso cuando introducías un tema: "La palabra es (y acá insertabas la que iba y desarrollabas)".

Sabemos que mucho público te descubrirá recién ahora y es una cagada, y que aunque sea tarde nunca es tarde.

Sabemos que de hoy en adelante voy a firmar todos los putos mails con un Esto es un abrazo. Porque fuiste un abrazo demasiado grande, Palo, y es imposible cortar con esto porque hay demasiado que agradecerte. Lo dijo Bochatón al despedirte: A cantar. Seguimos.

lunes, 6 de julio de 2020

Rosario




Rosario con Suárez en una nota de la revista La García circa Excursiones. Rosario en La TV Pública recomendando a Carson McCullers. Rosario cortando pollo como una loca en Silvia Prieto. Rosario compartiendo en su cuenta de Facebook música hecha exclusivamente por chicas. Rosario Bléfari, siempre difícil de resumir en un texto, tan simple, tan amplia.

En las redes sociales el sentimiento es unánime. Pareciera que por primera vez no hay haters. Puteamos y nos consolamos entre todas las personas que la conocieron o se conmovieron con su obra, amplia, por cantidad y por la capacidad que tenía Bléfari de moverse con soltura en cualquier ámbito: hay muchísima, pero muchísima producción para ver, leer y escuchar. Todo le salía con naturalidad. Rosario era sencilla y rara, hipnótica aun estática, una mujer que hablaba de lo cotidiano con fascinación y extrañeza, una cantante que construyó su universo musical sin referencias de las que agarrarse (hace unos pocos días recordó sus encuentros con la primera plana del rock racional: ninguno le dio demasiada pelota). No fue la primera chica, pero marcó un camino a partir de sus composiciones y su imagen. Fue una alternativa en una época con pocas alternativas, ni más ni menos: la imaginación en tiempos duros.

Ella parecía obrar de manera contraria a aquel puñado de tipos que no la registraron. Su presencia hipnótica se hacía texto, acción y melodía ahí donde la convocaran. Formaba grupos con músicos más jóvenes en los que ella era una más (aunque nunca fuera así, los ojos del público terminaban posados en un nombre, el de Rosario).

Marcó una época con Suárez, con más prestigio que popularidad. Por supuesto, se separaron poco después de arrimar al hit con “Río Paraná”, y luego de un gesto clásico de cualquier artista huidizo: responder a aquel éxito -a su escala- con un paso esquivo, el EP 29:09:00, hecho a base de versiones exquisitas del grupo español Le Mans. Terminó de erigirse como una figura clásica para dos generaciones ya como solista, con su canto fluido marca registrada, discos queridos por la legión indie (supongo que Estaciones está al tope) y unos cuantos proyectos en colaboración con otres. La película Entre dos luces -dirigida por Fernando Blanco, además de cineasta, guitarrista de Valle de Muñecas-, logró el retorno de Suárez ya mediando la década del (20)10, mientras Bléfari hacia lo suyo con Sue Mon Mont, uno de esos proyectos con gente más joven donde ella era la guía.

Su influencia fue notoriamente amplia. Santiago Motorizado la señala como una referente ineludible, Manza Esain entiende que en Horrible pasó algo que antes no existía en el rock argentino. Toda chica que haya empuñado una guitarra con ganas de hacer canciones de seguro haya llegado a su nombre. A veces las voces llegan a lugares insospechados: la actriz y cantante Natalie Pérez subió a su cuenta de Instagram un video versionando a Rosario y lamentando su pronta partida; la periodista Irina Hauser hizo lo propio, agradecida a Bléfari por enseñarle a escribir canciones "y por empujarme a que me anime a hacerlo".

Cincuenta y cuatro años son muy pocos para semejante energía. Eso es Rosario Bléfari, una energía artística montada en su sencillez eléctrica. Y esa energía no se va jamás. Ella misma, como hiciera Spinetta al enfermar de cáncer y hablar de su camino a una “curación definitiva”, dejó las mejores palabras en los Diarios del Domingo que escribió hasta hace pocos días para el sitio La Agenda. Sus últimas horas las pasó en La Pampa, en la casa de su padre, conectada con la naturaleza, con los pequeños detalles, con el silencio. Tan terrenal y tan maravillosa, Rosario dejó una enseñanza hasta en este, su último párrafo:

“Hoy vamos a encender el horno de barro y terminar de plantar las flores que faltan. Por la tarde mis primos me traen el super bombo. En este momento entra el sol en la casa y promete un día más. ¡Vamos por un día más!”. 

Hagámosle caso.

viernes, 7 de diciembre de 2018

LMEDA – Radio #46 (03-12-2018)


Otra semana, otro La música es del aire - radio que sonó en Radio Atómika. Para la emisión #46 recibimos con gusto el aporte del músico Marco Sanguinetti y la fotógrafa Vicky Mourelle, es decir, talento recomendando talento.

Marco estará tocando hoy mismo en Thelonious Club (Nicaragua 5549, Palermo) con el quinteto -mejor dicho 5et- que lidera al piano. El show será la excusa para adelantar algo de Inmoral, el disco de versiones de Gustavo Cerati en el que está trabajando junto a Tweety González (de lanzamiento estimado para marzo del año próximo). Péguense una vuelta para escuchar eso y algo de sus trabajos pasados, los excelentes 8 y 9.

Victoria Mourelle es la coordinadora del inmenso equipo fotográfico de Indie Hoy (no exageramos con lo de inmenso, realmente lo es). Por supuesto que además de arreglárselas con las fotos ajenas, en IH también podemos observar las fotos que ella misma toma por ahí.

Marco eligió cinco temas de los 90; Vicky eligió a cinco mujeres de los 90 para acá. Y nosotros, como casi siempre, nos centramos en música de este 2018 que ya se termina. Debajo, la lista. Debajo de la lista, el audio del programa.

Los Reyes del Falsete – El río
Mostruo! – Amapola
Mora y los Metegoles – Teen
Césped – Guarda fotos
Amor Elefante – La llamada

Camionero – No llorás por nada
Mambo Surf – Celebrando
Poli y Prietto – Cigarrillos
Sol Bassa – Demorados
Encías – La bruja

BLOQUE INVITADO: Marco Sanguinetti
The Smashing Pumpkins – Blue
The Jesus and Mary Chain – Till it shines
Alice in Chains – Frogs
Soundgarden – Head down
R.E.M. – Sweetness follows

Flopa – La chispa
Jeff Tweedy – Don’t forget
Agustina Bécares – Torpe
Los Mundos Posibles – En otra dimensión
Mi Amigo Invencible – Piñas

Anticasper – Fósil
Vera y las Bóvedas – Affaire
Los Rusos HDP – Cascada
A la vera lucía – No hace falta
Mi Nave – Amuleto


BLOQUE INVITADO: Vicky Mourelle
Björk – Army of me
La Femme – Sur la planche 2013
Princess Nokia – Tomboy
Nathy Peluso – Hot butter
Paula Maffia Orgía – Córcega




miércoles, 5 de diciembre de 2018

LMEDA – Radio #45 (26-11-2018)

Los Valses por Manuel Cascallar.

La música es del aire - radio #45.
Gente con swing.
Buenas canciones.
Propias y ajenas.

Los Valses, representados por Pablo Matías Vidal, su cantante.
Hace nada editaron Asia menor, su segundo y hermoso disco, digno hijo de la intensidad cancionera que aloja Pontaco Editores.
¿Eternas promesas del indie platense?
Pablo eligió cinco uruguayos clásicos y no tanto, pero muy uruguayos, sí... como buenos uruguayos.

La joven Tani, representada por sí misma, cantante y pianista.
Hace nada editó Mew, su segundo y también hermoso disco, notable evolución sonora respecto del debut Uturnis.
Tani promete y empieza a cumplir.
Tani eligió cinco músicas que pueden encontrar en esta lista de Canciones preferidas que armó en Spotify.

Acá está lo que eligieron.
Acá está lo que elegimos.
Abajo pueden escucharlo:

Mostruo – Permanecer
Los Reyes del Falsete – El principio
Rosario Bléfari – Costa Brava
Los Valses – Ensenada
Los Besos – La cascada de tu pelo enredado

Mi Pequeña Muerte – Primavera en Saigón
Pels y Litto Nebbia – Cortina para un programa de televisión
Lara Pedrosa y Santiago Motorizado – Melodía de extrañar
Las Edades – Pozo divino
Tani – Red

BLOQUE INVITADO: Pablo Matías Vidal (Los Valses)
Edu Lombardo – Rocanrol
Jaime Roos – Quince abriles
Salvador García – Bravura
Toto Yulelé – El candombe del Champión
Individuo – Al costado del planeador

Crema del Cielo – Hombres sin corazón
Fervors – End of days
Regy – El río
Fus Delei – Clara
Joyaz – City Hell

Julio y Agosto y Jorge Serrano – Vas a encontrar algo mejor
Sofía Viola – Ahorita
El Gnomo & La Filarmónica Cósmica – Computadora
Jazmín Esquivel – Púrpura
Sof Tot – Mientras te espero

 Tani por Maira Pinetta.

BLOQUE INVITADO: Tani
Obi Best – Swedish boy
Micachu and the Shapes – Golden Phone
Jesca Hoop – Intelligentactile 101
Buffalo Moon – Amor de lejos
The Julie Ruin – Girls like us

(Sí, sí, dijimos que estaba el programa abajo de todo y aún no aparece.
Bueno, acá está:)



martes, 20 de noviembre de 2018

LMEDA – Radio #44 (19-11-2018)


El programa de esta semana volvió al doble comando en el tema invitados. Nos divierte más tener compañía y escuchar otras voces, y con ellas, otras músicas. Por eso fue el turno de Juan Mayo, que continúa presentando su segundo álbum como solista, La fábula rota (varias de sus canciones han sonado en el programa y merece la pena, búsquenle donde saben) y de Lucas Pino, a quien pueden leer en ArteZeta, Revista Kunst y un etcétera cada vez más extenso.

Por lo demás, nuestra selección fue casi exclusiva para lanzamientos de este año, algunos recentísimos como el segundo disco de Los Valses, Asia menor, el también segundo intento de la joven Tani, Mew, y el Diecinueve Ochenta y Siete de ese tierno salvaje puntaltense bautizado Roberto Monstruo.

Aquí les va la lista de temas, primero, el programa para escuchar, después, y la invita a un show de Juan de este fin de semana (con otra banda que ha sonado más de una vez en La música es del aire – radio). Vayan por todo, que en estos tiempos solo se trata de (sobre)vivir, y no es poco.

Valle de Muñecas – Las espadas del sol (en vivo)
Los Andes – Espiando al sol
Flopa Lestani – Nada entre manos
Los Valses – Asia menor
Barbi Recanati – Teoría espacial

Tani – Today you are a pone
Florencia Ruiz – Toda presa que hay en mí
Marco Sanguinetti – Primavera cero
Hilda Lizarazu – Figuración
Gastón Massenzio – La cautiva

BLOQUE INVITADO: Juan Mayo
1915 – Policía
Kurt Rosenwinkel – Kama
Khruangbin – María también
Mauro Valenti – Vibra extraña
Varias Artistas y Juli Sky – Marcial

María Pien – Pedir la claridad
Juan Mayo – Cantar para los peces
Maxi Diomedi – Sequía
Lucio Mantel – Deshielo
Anamolí – Mismo lugar


BLOQUE INVITADO: Lucas Pino
Viva Elástico – El festejo
Nene Almíbar – A cuchillo
Los Besos – Canción del ballotage
Julián Desbats – En tarascones
Orión XL – Delirante

Rodrigo Armando – Tornado
Roberto Monstruo – Lista de errores
Marilina Bertoldi – Fumar
Lu Martínez – Volador
Mavis Staples – If all I was was black




*Juan Mayo se presenta junto a Milhojas este sábado 24 de noviembre en el hermoso Centro Cultural Morán (Pedro Morán 2147, CABA). Entradas anticipadas en Passline.

jueves, 15 de noviembre de 2018

LMEDA – Radio #43 (12-11-2018)


Volvimos.

Sin avisar, porque el que avisa también traiciona, nos tomamos unas vacaciones de la vida común. Y eso incluyó al programa, un poco porque no tenemos a nadie que nos pueda reemplazar, otro poco porque preferimos no hacer trabajar a nadie. En el medio pasó un mes, con unos cuantos discos nuevos -y singles virtuales, ese formato que conjuga los 60 con los 00- para probar cuando retornamos a Macri y la mar en coche.

En este La música es del aire - radio #43 invitamos a musicalizar un bloque a Gonzalo Gamallo, a.k.a. El Pastor de La Joven Guarrior, banda que continúa presentando su más reciente disco A lo lejos sonaban disparos. Además, Gonza es solista y convida: pareciera que acepta tocar con toda persona que lo invite, pero pronto se comprueba que no es tan así (y sus participaciones en discos ajenos se dan en álbumes que merecen la pena, como el que acaba de editar Valeria Cini).

El compañero Gamallo seleccionó cinco canciones que podríamos haber elegido nosotros, que tuvimos a cargo el resto. Abrimos con tres estrenos -los singles de Rosario Bléfari, Césped y El Príncipe Idiota-, disfrutamos a solistas jóvenes que pronto se devorarán el mundo -Tani y HTML- y probamos por vez primera algo de lo nuevo de Sofía Viola, cantora extravagante, mente deliciosa. El disco se llama La huella en el cemento y le vino bien a este programa, que es una huella sobre el mar.

(Lista y audio:)

Rosario Bléfari – Hoguera
Césped – Guardar fotos
El Príncipe Idiota – Delirio New Age
Delfina Campos – Lento
Isla Mujeres – Vecinos

Los Reyes del Falsete ft. Amor Elefante – La llamada
Luciana Tagliapietra – Perro
El asesino del romance – En tu jardín
Expediciones Científicas – Abrigo
Tani – Pop songs

Florencia Nuñez – Todo indica que caí
La Joven Guarrior – La otra vez
Los Auténticos Decadentes ft. Rubén Albarrán – Loco (tu forma de ser)
Julio y Agosto – Av. San Martín
Mariana Michi – Del amor, el helado

Srta. Trueno Negro – Las noticias
Atrás Hay Truenos – Río Negro
Daniel Melero – Besar
Violeta Castillo – Bajo la lluvia
HTML – Cueva


BLOQUE INVITADO: Gonzalo Gamallo
Los Besos – Telón
Valeria Cini – Quién
PJ Harvey – River Anacostia
Wilco – Ashes of American flags
Charly García – Canciones de jirafas

Shaman y Los Pilares de la Creación – Palabras
Mariana Päraway – Carnada
Jimena López Chaplin – Luz mala
Sofía Viola – La huella en el cemento
Prietto – Otra tumba más


miércoles, 3 de octubre de 2018

LMEDA – Radio #41 (01-10-2018)


La música es del aire - radio #41. Una semana que nos trajo estrenos en forma de elepé -el excelente Prender un fuego de Marilina Bertoldi a la cabeza-, videoEP -el de Expediciones Científicas, Abrigo/Halo-, y singles adelanto de futuros álbumes por parte de Andrés Calamaro, La Otra Cara de la Nada, Cat PowerJeff Tweedy.

Además recibimos la mano amiga de Andrés Ruiz, quien continúa presentando el disco que editó el año pasado, Víctima de la imaginación. Andrés es un aventurero y ha hecho un largo recorrido en su carrera solista, que llega con Víctima... a la síntesis de su búsqueda. El tránsito fue de cierta grandilocuencia en sus inicios a la búsqueda de lo mínimo, siempre con altas dosis de elegancia y oscuridad (que este último sea su álbum más ochentoso, si se quiere, no es casual). En las cinco canciones que eligió podemos notar, además, cómo le influye la música que escucha.

Sus elecciones y las nuestras, aquí debajo:

Marilina Bertoldi – O no?
Encías – Mentir
Barbi Recanati – Teoría espacial
Mariana Bianchini – La policía de la armonía
HTML – Días invertidos

Andrés Calamaro – Verdades afiladas
Jeff Tweedy – Some birds
Pels y Litto Nebbia – Cortina para un programa de televisión
Los Andes – Todo lo que quiero
Los Besos – En mis sueños

La Otra Cara de la Nada – Nada que ver
2001 – Sub
Andrés Ruiz – Víctima de la imaginación
Expediciones Científicas – Abrigo
Lyla Foy – Far behind you

Rosal – Educación sentimental
Darío Jalfin – Dame el pie
Palmer – Nunca lo sabrán
Cat Power – Stay
Mi Nave – Amuleto


BLOQUE INVITADO: Andrés Ruiz
Part Time – I wanna take you out
Alex Andwandter – Tormenta
Yuliano Acri – Puro total
Jaakko Eino Kalevi – Emotions in Motion
Casey Golden – That declares

Palo Pandolfo y Onda Vaga – Estaré
La Joven Guarrior – Un extraño me saluda
Láudano en Canciones – Paloma siesta
Prietto y Poli – Témpanos lejanos
Jazmín Esquivel – El nombre


martes, 2 de octubre de 2018

LMEDA – Radio #40 (24-09-2018)


La semana pasada llegamos al programa número cuarenta y lo celebramos sin bloques invitados porque hubo mucha música nueva. Demasiada. En los últimos días brotó una cantidad infernal de discos, sumado a algunos estrenos que habíamos pasado por alto de semanas anteriores, lo que nos hizo seleccionar las canciones más interesantes entre todo ese material.

¿Ejemplos? Salió Copia viva, el nuevo disco -al fin uno larguito- de una de nuestras bandas favoritas, Los Besos: quizá las mejores canciones que puedan escucharse en estos días, cantadas por la voz más teatral, andrógina y poética de la ciudad de Buenos Aires y aledaños, la de Paula Trama.

Además, Marco Sanguinetti estrenó su versión de "Primavera 0", que será parte de Inmoral, álbum producido por Tweety González donde el pianista repasará la obra de Gustavo Cerati muy a su manera (ya sabemos cómo deconstruye y recrea Sanguinetti porque lo hizo en forma magistral con la música de Radiohead. Inmoral verá la luz a principios de 2019).

Otra que se puso a versionar es Hilda Lizarazu, que estrenó La Génesis, un disco en el que visita los primeros años del rock argentino con versiones muy peculiares -lejos del refrito para que suene en la Mega- y una elección de repertorio interesantísima (más allá de algún infaltable slgo obvio). El resultado es sorprendente y escuchamos a Hilda en territorios poco transitados. Sirve como ejemplo el tema que elegimos, "Natural", original de Tanguito, recuperado aquí en una oscurísima versión.

¿Más? Valle de Muñecas en vivo, 107 Faunos a dos voces, los jóvenes Regy con su disco debut Vómito millenial, Rayos Láser y Francisca y les Exploradores... y todo lo que pueden leer y escuchar debajo.



Hilda Lizarazu – Natural
Marco Sanguinetti – Primavera 0
The Bad Plus y Wendy Lewis – Radio cure
Francisco Slepoy – Maribel se durmió
Cam Beszkin – Ella vendrá

Valle de Muñecas – Gotas en la frente
Pyramides – Las partes del todo
Vera y las Bóvedas – Affaire
Los Besos – Las melodías
Maquillaje – Reflejo

Francisca y les Exploradores – La señal
Rayos Láser – Un regalo tuyo
Rodrigo Armando – Tornado
Regy – El río
Tani – League of Legends

The New Pornographers – Silver Jenny dollar
Nene Almíbar – Chancho
Isla Mujeres – Asesina
Los Rusos HDP – Cascada
107 Faunos – Una geoda

Noname – Don’t forget about me
Julian – Tétrico
Cazzu – Chapiadora
Lapacho y El Pipe – No huyo
The Sey Sisters – Follow the Drinking Gourd

Andrea Álvarez – Vende humo
Camionero – 999 calorías
Mambo Surf – Todo está bien
Ayermaniana – Movimiento
Más Que Uno – Distintos


miércoles, 19 de septiembre de 2018

LMEDA Radio #39 (17-09-2018)


Mientras la semana nos acerca al programa número 40, les dejamos la emisión 39. ¿Qué pasó ahí?

-Invitamos al periodista Martín Sanzano a que arme su bloque para nosotros y metió cinco temas cosecha 2018.
-Abrimos todo con un bloque sangriento, en esta era de muerte joven apañada por un Estado que defiende asesinos. No nos parece casual que tres de esas canciones sean de edición reciente.
-Dedicamos otro bloque a cruzar de una orilla a otra: del folk(lore) más despojado a The Velvet Underground. Suena ridículo pero algo pasa en ese tránsito, donde el tiempo se detiene. El nexo perfecto para ambos universos fue Verde y los Caballos a Marte, que acaba de publicar su EP Terminal.

¿Quieren más? Hard-tango, electrorock toma congresos, pop amoroso en tiempos de odio desatado -ya pinta para favorita del año la frase de Lupe "si no te cuida el Estado/ te cuido yo, que te amo"- y todo lo que pueden leer abajo. Escuchen al final, vale la pena.

El Siempreterno – Joven muerto en Juana Díaz
Sol Bassa – El misterio de Negrita
Prietto – Pum pum pum
Liliana Herrero – Bagualín
Las Armas Bs. As. – El hit del momento

El Estrellero – Los incendios
Laika Perra Rusa – El cuerpo firme de las bailarinas
Lupe – Te amo
Ignacia – Todo vuelve
Charly Egg – Cansado de girar

Lucy Patané – Hoteles de fuego
Seraarrebol – Dos laberintos
Guineana – Ahora que
Verde y los Caballos a Marte – Luces en la noche
The Velvet Underground – Ocean

Los Visitantes – Sangre
Orquesta Típica Fernández Fierro – 6.25
Quinteto Negro La Boca con Piti Fernández y Alejandro Mondelo – Oxidada Argentina
Altertango con Alejandro Guyot , Juan Saieg y Bruno Beguerie – La sal, la herida
La Chicana – El tesoro de los inocentes


BLOQUE INVITADO: Martín Sanzano
Zoot - Hombreniño
Fus Delei - Será cuestión de verse
Acru - Estuve ahí
The Internet - La Di Da
Jorja Smith - Blue Lights

Martín Ameconi – Spoiler de invierno
El asesino del romance – Ay, Luna
Vicu Villanueva – Chica fit
Lara Pedrosa y Santiago Motorizado – Melodía de extrañar
Mi Amigo Invencible – Piñas