miércoles, 30 de marzo de 2011

Como quien no quiere la cosa...

...Este bonito blog cumple cuatro años. Pasaron rápido, muy rápido, y cuando lo comencé no esperaba que durara tanto; mejor dicho: no lo imaginaba. Con algunas ausencias largas de mi parte, La música es del aire sigue flotando ahí, y permitiéndome honores como conocer -van por orden de aparición- a Flopa Lestani, Litto Nebbia, los chicos de La Perla Irregular, Fede Cabral y los que vendrán -ya hay un par de músicos en carpeta-, además de esos visitantes ilustres, los lectores que comentan lo que uno escribe y los que no se animan también. Entre ellos hay varios amigos virtuales, unidos por la belleza de algo intangible y abstracto que no podemos dejar de amar, la música.

No tengo ni a los Beatles ni a las minitas de Hendrix para soplar las velas, pero no me quejo. Tengo a la música, y mientras siga flotando ahí, me alcanza.

Salud.

jueves, 24 de marzo de 2011

35


– ¿Qué sienten al oír a alguien decir “cortémosla con la dictadura”?

– A veces te cruzás con gente que lo dice. ¿Qué quieren? ¿Que me olvide de que mataron a mi papá? Lanata ha dicho que tiene las pelotas llenas de que hablen de la dictadura. Que me disculpe, pero que le revienten las pelotas: que piense en todos nosotros. Es como que yo te diga que tengo las pelotas llenas de que vos me hables de que perdiste a tu viejo. ¿No tenés corazón? Si decís eso, sos un hijo de puta.

Gastón Gonçalvez de los Pericos en el Suple No.

martes, 1 de marzo de 2011

Conclusión boliviana


"Marge, creo que amo a Jaime Roos".


CARTA A POSTE RESTANTE

Franca, Franca ¿dónde andás en Navidades?
El altiplano te robó.
La flor que me has enviado de Coroico
con los días marchitó.

Tus polleras se entreveran,
se entreveran en mi cabecera,
Y tus pañuelos de seda,
banderines de las carreteras...

Franca, Franca ¿dónde andás en Navidades?
¿Qué jardín te hipnotizó?
Mis líneas esperan en Poste Restante
tu posible migración.

Los papeles que se vuelan,
que se vuelan desde mi ventana...
Y el cartero no aparece,
no aparece y se fue la mañana.

jueves, 27 de enero de 2011

Para pasar el verano, vol. 3


Un disco que se presenta solo. Prometí ser breve y conciso en esta seguidilla veraniega (titulada horriblemente) y así será: con ustedes, los fundadores del folk-rock, el power-pop y todos esos subgéneros divinos; los mejores versionadores de Bob Dylan -¡por lejos!-; las otras voces geniales de una época llena de grandes voces; esa brillante guitarra de doce cuerdas de Roger McGuinn, que todavía era Jim en 1965; y para los desprevenidos... un cover de Charly García (todavía hay gente que no lo sabe). Los Pájaros con Y griega, capos de la canción, ideales para este calor que tira para abajo.

jueves, 20 de enero de 2011

Para pasar el verano, vol. 2

No sé si este disco es precisamente veraniego, pero sí es muy enérgico y por eso lo quiero acá.

Sergio Rotman es un tipo indescifrable para mí. Su reaparición figuretti en los Cadillacs no me cayó simpática, las veces que lo leí o escuché en entrevistas lo noté entre nervioso y soberbio, y su siempre alto perfil me resulta irritante... pero a la vez, no dejo de reconocerle sobrados méritos: no para de hacer cosas, es inquieto -en 2010 protagonizó la grabación de tres discos-, y como compositor, escribidor y ejecutante del tipo de rock que nos presenta con El Siempreterno, es casi infalible (ya lo había demostrado con Cienfuegos). En este nuevo proyecto lo acompañan su mujer Midnerely Mimi Maura Acevedo, Ariel Minimal con su filosa guitarra, y el Ruso Sánchez y Fernando Ricciardi como base.

¿De qué se trata este Siempreterno? Media hora de energía punk y corrosiva, donde no falta ni sobra nada. El álbum te deja sin aliento y pasa como una ráfaga, pero justo cuando no querés probar más de ese veneno: es suficiente la exacta dosis que se ofrece. Los cinco integrantes parecen ser los intérpretes ideales -incluida Mimi en una faceta más rocker que dulzona, aunque cante los temas menos infecciosos, por así decir- para estos temas cortos, potentes y distorsionados, sin lugar a dudas de lo mejor que escuché del rock guitarrero argentino en el 010.
Destacados momentos: Rohypnol y Contradios. Prueben y cuenten (lo subo porque se consigue en muy pocas disquerías; el que puede, comprelo en los shows).

martes, 11 de enero de 2011

Para pasar el verano, vol. 1


Hace rato que no subo algún disco por el placer de compartir música con ustedes (¿hay alguien ahí?). Por ello, para este verano (me y) les propongo ser breve, actualizar más seguido e ir al grano. Sólo me voy a dedicar a recomendarles discos para pasar el calorcito como se debe: con buena música que lo acompañe.

Para arrancar elegí uno de los grandes discos ocultos de esa fuente inagotable de la cultura popular llamada años '60, quizá uno de los tesoros mejor ocultos de la historia de la música pop: The Millennium, un supergrupo de tipos que aquí no juna nadie pero en otros lares marcaron época, como Curt Boettcher. No quiero decir mucho del disco -que fue debut y despedida- para no arruinarles la conmoción de escucharlo, pero sí los obligo (?) a hacerlo porque los hará caer de trasero. Y cuando se vuelvan a parar los tirará de vuelta y así sucesivamente. Si eso no sucede, me dedico a otra cosa.


Salud y feliz año a todos, se va la primera.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Escuchar a un Ruiseñor


"Su canto es, para muchos, el más espléndido de los que puede emitir un pájaro. Tiene una melodía musical, variada y potente, ascendente y descendente; se oye incluso en lo más cerrado de la noche. Más tarde, en mayo, el ruiseñor canta noche y día, con especial brío en los crepúsculos matutino y vespertino. (...) Cuando un ruiseñor dotado de unas cualidades canoras excepcionales deja oír su voz en una zona determinada, automáticamente mejora el nivel de canto de los ruiseñores de aquel ambiente. Al revés, cuando muere el mejor de los cantores, la nueva generación pierde calidad. En el este y en el sur existen ruiseñores muy activos pero de escaso arte canoro; en algunos lugares sólo saben una canción monótona, que interpretan, eso sí, con extraordinaria potencia".
(Texto extraído de webislam.com).

Una voz clara como el agua, como hace tiempo no escuchaba: imagino que a Andrés Ruiz le interes
a que se escuche bien lo que dice.
Esto fue lo primero que me sorprendió de Ruiseñor, su cuarto álbum como solista.

Veamos. Andrés me entregó el disco en mano hace un tiempo, en un encuentro casual pero agradable en el cual le conté que hacía un blog y que a él lo conocía de nombre, de vista y como integrante de Compañero Asma, aunque no tenía escuchada su música (pequeñísimo detalle, convengamos). Charlamos un rato y me contó que Ruiseñor es su disco más cancionero, que sus otras producciones destacan por tener obsesiones musicales cercanas a lo progresivo pero a la larga lo que le interesa es, efectivamente, hacer buenas canciones (espero no estar mintiendo en lo que afirmo que me dijo).

Pues bien, de aquel encuentro a hoy ya pasó un tiempo, tiempo suficiente para que Ruiseñor se posicione en mi “discografía 2010” como uno de los títulos destacados. Canciones redondas pero con sus toques -la búsqueda de una vuelta de rosca, más que nada en las armonías- para que sean eso, muy buenas canciones, mas no piezas completamente digeribles a la primera escucha. Lo que es seguro: si no te avisan que el autor de este disco acarició y curtió al rock progresivo con anterioridad, es imposible imaginar que este tipo que hace un disco de doce canciones en 33 minutos era eso. ¿Volverá a serlo?

Sin dudas, Ruiz presenta un disco cerebral e íntimo, ambivalente. De traje alegre y relajado, como sucede en Los atletas, donde la música encubre una letra lúgubre con más de un verso violento -“los atletas miran fijo a su rival, un par de huesos rotos no vendrían mal”-; de desolación en la magnífica 29 inviernos, donde Andrés ruega a una dama que le dé valor; y con la voz de Litto Nebbia en un dúo vocal que da grandes resultados para la melancolía de El bosque de los años, de cabeza al top ten de canciones de 2010. Sorprenden las constantes citas al mar, a los animales y a la niñez a lo largo de las letras del álbum. Se lo consultaré al autor en el futuro.

¿Lúgubres, desoladas, melancólicas? Sí, las canciones de este Andrés Ruiz parecen ser así... sin embargo, la total escucha del disco deja un sabor dulce: el famoso sabor de las buenas canciones -bien hechas y bien ejecutadas-, que es lo que importa.


[Acá les dejo un par de guías para su música, me parece más interesante eso que describir tanto:
- Tres temas para bajar (no subo el disco completo aun porque es muy reciente, no se consigue en la web y don Ruiz es independiente).
- Andrés en Facebook, myspace y blog. Y su página oficial.]

martes, 30 de noviembre de 2010

Para bajar

Llueve, me senté con más de media hora de tiempo (?) en la computadora -y sin tener que trabajar con ella- pero no es suficiente para que me salga escribir algo mínimamente productivo o interesante. Conclusión: ayuden ustedes.

Se necesitan discos para reposar, descansar, estirar las patas, relajarse... e incluso, discos para poner de fondo hasta quedarse dormido.

Se escuchan sugerencias y se acepta cualquier género (por supuesto, que permita lo que pido arriba).

Salud.

martes, 16 de noviembre de 2010

Lo que nos ocupa es esa abuela



“Me asombra McCartney. Posiblemente sea el único tipo que me asombra. Puede hacerlo todo y nunca afloja. Tiene un don innato para las melodías, puede tocar cualquier instrumento. Puede chillar y gritar tan bien como nadie, y canta baladas tan bien como nadie. Y sus melodías brotan sin esfuerzo; eso es lo que debe asombrarte. Todo lo hace sin transpirar. Me gustaría que se retire (risas). Todo lo que sale de su boca está enmarcado en melodía”.
Bob Dylan, 2007.

A esta altura no me siento capaz de decir nada nuevo. Pero no importa, lo intentaré.
El pasado jueves vi a Paul. El pasado jueves es de esos días –no fue, es, siempre te acompañan- en los que sentís –cúbranse con el escudo, se viene un lugar común- estar en el momento justo y el lugar exacto. La expectativa me había tenido ansioso todo el día, mirando el reloj como un idiota cada 30 segundos, sabiendo que no habían pasado más de… 30 segundos. Como cuando sacás número en un negocio, ves que tenés el 100 y van por el 00, pero a cada cambio de número mirás el tuyo pensando que va a ser el 01 (y así con todos los números). Impaciencia le dicen, ganas de que algo que sabés va a ser verdaderamente emocionante, al fin suceda. Párrafo aparte: no sé quién tuvo la brillante idea de poner un video-collage de fotos de Paul, The Beatles y los ’60, pero esos 15 minutos antes de que salga el maestro fueron insoportables, de los más insufribles que viví en la previa de un recital.


Siempre defendí a Paul. De los cuatro Beatles es el mejor músico, el más completo: el que toca cualquier instrumento, casi cualquier cosa que le tiren –si le tirás una sandía, la rasga y le saca un Sol mayor; después como buen vegetariano, se la come (la sandía, che)-; el que tiene más caudal de voz; el mejor compositor, al menos armónicamente hablando (las melodías ya son algo mucho más discutible). El más versátil, bah.

Ese aspecto de pastor evangélico que mantuvo con hidalguía durante, sí, ya como cincuenta años de carrera, a veces nos hace pensar que es un gil. Que sea vegetariano lo vuelve más loser; que esté siempre de excelente humor lo vuelve el beatle ñoño. Y así con todo. Para colmo, en vivo te hace acordar a Carlitos Balá, tira frases como “ustedes son buena onda” -que me llevó a una conexión directa con aquel capítulo de los Simpson sobre la no buena onda de Marge- y por apariencia, podría ser tranquilamente la abuela de varios de los presentes: “Mi amor, te presento a mi abuela Paula” (?).
En cambio, esta abuela es una leyenda viva que aparece de la nada y abre su show con el tema con más variantes y menos letra de los Beatles (¡Magical Mystery Tour!). Y ya con eso creemos que nos alcanza, aunque sepamos que va a venir mucho más.


Paul McCartney, el tipo vivo más versionado por sus colegas músicos, el viejo flaquito que te canta temas que compuso en 1962 en su tonalidad original y sin alterar la melodía, es a la vez el beatle más vilipendiado, acusado de blando y de careta (recordar la frase de Ariel Minimal). Pero pela Yesterday, una canción que hemos escuchado 8 mil millones de veces y creemos ha sido ya vaciada de contenido y no tiene sentido escuchar... y te encontrás con que el jueves 11 de noviembre te la toca solito en la cancha de River, y sí: Yesterday, por supuesto, te emociona. Y en el fondo no sorprende tanto porque hay en Beatles una perfección, una redondez que aborda al presente de manera tan certera, que siempre es eso, presente. Hoy y mañana. Las canciones de Paul y las de los demás Beatles van a sonar por siempre exactas al y en el momento que suenen.

Y el jueves esperábamos especialmente esos momentos beatles, para qué mentir. Aunque Let me roll it todavía sigue resonando, aunque Highway estuvo bárbaro, Bluebird fue tierna y Live and let die ya saben... queríamos Helter skelter, Day tripper, Something, A day in the life –uno de mis momentos favoritos, poco resaltado en las crónicas- y la coda de Hey Jude. Ob-la-di, Ob-la-da sabíamos que nos la íbamos a tener que bancar y así fue, aunque la esperanza de que no la toque duró unos segundos. Pero qué importan los pequeños detalles, fue Paul, es la mitad de esa famosa firma "Lennon/McCartney" y allí lo vimos -algo lejano, pues uno no es un millonario que pueda pagar de a miles- lo escuchamos y lo sentimos. Durante casi tres horas, Paul fue... la conciencia que regula al mundo.

Esa abuela, nada menos.

(Nota: Las fotos las saqué de Taringa! y son del miércoles, no del jueves, día en que asistí).

lunes, 8 de noviembre de 2010

Charlas con músicos: Fede Cabral (pt. 2)

Segunda y última parte de la charla con Fede Cabral. Un poco de todo y muy interesante: sus proyectos paralelos a Sancamaleon, Cromañón y la ardua tarea de arreglar fechas, trabajos paralelos, gustos personales... y esas preguntas pavotas que dejo para el final y me encanta hacer. Disfrútenlo.

(Y si alguien pasó de largo, se distrajo o cometió el simple pecado de no leer, aquí está la primera parte de nuestra charla).



SHOWS, CROMAÑON, CHABÁN

¿Cómo está la situación para tocar? En Buenos Aires hay cada vez menos lugares...
Es difícil. Queda reducido todo a lugares como La Trastienda o Niceto, que tampoco es que los reventamos de gente, entonces no es tan fácil hacerlo. Además no es sencillo conseguir fecha en esos lugares.
Después me parece que depende mucho de cada banda, hay que ser creativo en ese sentido, saber moverse y encontrar los momentos para hacer las cosas... y hay que escuchar los dos lados de la campana. En Ultra el otro día me contaban: “mirá, nosotros hicimos por mucho tiempo fechas gratis, pagándole un viático a las bandas para que toquen, y venían un montón de bandas que no hacían publicidad y no venía nadie”. Entonces, también hay mucho de eso. Y hay que moverse porque hay de todo: está el bolichero rata, asqueroso, pero también el músico más colgado que no se pone las pilas. Siempre fue difícil acá en Buenos Aires, aunque antes de Cromañón no tanto.

Ustedes fueron los últimos en tocar en Cemento, ¿tocaron por esa fecha, no?
El mismo día de Cromañón.

Es increíble la coincidencia, porque de alguna manera ese día fue la muerte de buena parte del under. ¿Con Chabán tenían buena onda?
Sí, aunque nosotros no teníamos mucho trato, más tenía el manager de ese momento. Un tipo muy particular, siempre quiso destacarse, muy eléctrico. No te puedo decir que tenía una relación con él, pero nos daba la oportunidad de tocar. Es muy difícil, es tan complejo todo, pensás en Cromañón, en las culpas... y la culpa de de todos, porque Chabán se mandó una cagada grande pero era como se manejaba todo en ese momento. El público de la banda también... es el resultado de toda la desidia argentina. Es muy difícil de abarcar.
Y ahora la situación está difícil pero hay que encontrarle la vuelta.


EL LABURO

¿Ustedes tienen todos trabajos paralelos a la banda? ¿No viven de ella?
Sí, tenemos todos laburos paralelos, ¡definitivamente no vivimos de la banda! (risas).

¿Das clases de canto, seguís con eso?
Ahora no, ahora estoy metido en producir a otros artistas, en la producción artística. A veces me llaman bandas que van a grabar y quieren una pre-producción de voces. Cosas así. Y también he hecho un par de canciones para publicidades.

¿Alguna famosa?
No, creo que no, hice varias para afuera. Por ejemplo, mi hermano hizo un comercial para Sony el año pasado, y tiene música de un montón de gente: Dylan, Chemical Brothers... y entre esos temas metí una canción mía que tiene un charango, una cosa íntima, y estuvo buenísimo. Después sale de todo un poco. Todos los demás también tienen trabajo, la banda es más un hobbie, aunque también sea un laburo...


LOS OTROS PROYECTOS

¿Qué proyectos paralelos tienen los miembros de Sancamaleon?
Yo tengo dos proyectos aparte de Sancamaleon. Uno es La Peña Pop, un espectáculo acústico que empezamos a hacer a fines del año pasado con Goy de Karamelo Santo, Charlie Desidney -ambos produjeron Polenta- y Manu Espinosa, un cantautor patagónico. Empezamos tocando acá en el GueBara haciendo un show por semana y ahora estamos grabando el primer disco. Nos juntamos los cuatro para hacer temas de los cuatro, versionados, entonces le pusimos La Peña Pop. Yo ahí toco el charango, en un plan charango Pink Floyd: le pongo delay, más colgado, no folklórico sino más acústico, con percusiones y un toque experimental. Empezamos a hacerlo y estuvimos ocho meses tocando todos los martes en el GueBara. Y dijimos “bueno, vamos a hacer el disco”. Y lo estamos haciendo.

¿Cómo no me enteré de eso? Mirá que leo cosas...
Y, no sé... (Risas). Fue una cosa muy barrial, de acá de San Telmo.

Claro, y Goy está acá en La Boca.
Claro. Ahora se fue de Karamelo, tiene sus razones, venía hace muchos años haciéndolo, tiene un hijo... y esto es algo más chico y lo hacemos para desestresarnos: en vez de jugar al fútbol, tocamos. Se empezó a poner bueno y a tener peso propio, es muy diferente a lo que hago en Sanca. Estamos haciendo el disco y lo vamos a sacar por Tómalo o Déjalo.
Y el otro proyecto con el que estuve tocando bastante, sobre todo el año pasado -aunque hice algunos shows este año- es más en plan solista y se llama Los Aliados del Japón. Hay un video dando vueltas por ahí. También es un proyecto más colgado, más de canción, con otros músicos (ahí también toca el tecladista de Sancamaleon). Tiene temas más folk pero a la vez es medio espacial, Arcade Fire, Wilco, en ese plan. Con Los Aliados también quiero grabar un disco.



Sancamaleon tiene una apertura estilística importante, pero quizá ahora se enfocó más en un estilo y los temas que no entran ahí van a parar a los otros proyectos, ¿puede ser?
Probablemente sea así. Y un poco con este disco, con Afuera, se terminó de entender que somos una banda energética y que invita al baile. Con Polenta quisimos torcer un poco la historia y estuvo buenísimo hacerlo, pero a la gente cuando la confundís tanto como que no entiende nada.

¿Decís que no lo entendieron?
No sé si es que no lo entendieron... pero está bueno, al menos en mi mente, saber que la banda es arengadora, power y que genera baile. Y la parte más de cantautor o melancólica llevarla por otro lugar.

Por lo que decís, va a ser más probable a partir de ahora escuchar temas como Mi chica peruana en La Peña Pop que en Sancamaleon.
Claro, sí. Igual está bueno cuando todo se mezcla. Con La Peña Pop, por ejemplo, estamos haciendo una versión de Todos los caminos en plan Manu Chao, me gusta eso de agarrar un tema y que tenga versiones, que todo se empiece a mezclar en un punto. Obviamente, todos estos proyectos involucran a mucha gente y yo soy sólo una parte de eso, pero me parece que todo termina siendo una obra, que después lo ves y cierra.
Vamos a ver cómo se da todo, el mismo Diego tiene su proyecto, con el ex batero de Sanca, Nico, que ahora está tocando máquinas y demás. En algún momento estaría bueno que cada uno desarrolle eso, para sacarse las ganas de hacer otras cosas.

Eso está pasando con varios grupos ahora, que se forman de otros. Onda Vaga, Viajantes, Flopa Manza Minimal, Kumbia Queers.
Está bueno eso, es sano. Y con la tecnología que hay ahora se simplifica, podés grabar las cosas más rápido.


BONUS TRACK: GUSTOS Y CONSEJOS PARA NUEVOS OYENTES

Me nombraste a varios grupos, ¿qué música escuchás más? Imagino que por lo ecléctico de la banda deben tener gustos bastante distintos entre sí.
Sí, la verdad es que tenemos gustos muy distintos, aunque calculo que coincidimos en algunas cosas. Por ejemplo, para este disco coincidimos en que es un disco para bailar, con ciertos colores de toda la nueva ola de música pop/rock electrónica: MGMT, Hot Chip, M.I.A., esa oleada nos gusta, está logrado.
Yo escucho muchas cosas, tuve muchas etapas. Al trabajar en la música, a veces te ponés a escuchar la producción y esos detalles, pero cuando tengo que limpiar en casa me pongo un disco de dub, algo más abstracto, que me lleve a otro mundo. Ya no voy a poner un disco de Faith No More, que en su momento escuchaba mucho y es un bandón tremendo, estoy en otro momento, en otra sintonía. Los discos de Arcade Fire me gustaron mucho, son buenísimos. Y en estos últimos meses me hice muy fan de Gorillaz: Damon Albarn me gusta mucho, lo que hizo con The Good, the Bad and the Queen, es un discazo. Y me gusta eso de gente como él o Jack White, de tener varios proyectos.

¿Qué cinco discos salvarías de un incendio?
Y, seguramente alguno de los Beatles, ponele Revolver... Exodus de Bob Marley, alguno de... (Piensa).

Es tonta pero no tanto la pregunta. Se complica...
¡Se complica! Alguno de Charly también, pienso en Clics modernos o alguno de la época Say No More, me encantaba. Supongo que alguno de Cerati también, que me gusta mucho. Bocanada, o Amor amarillo que es un gran disco, muy despojado, hecho con una máquina de ritmos y una guitarra. Y Violator de Depeche Mode, la primera banda de la que fui fan.

¿Si alguien no conociera a la banda, qué tres canciones le mostrarías y por qué?
Pondría una de cada disco. Del primero, La venganza de la Pachamama, porque evidentemente es una canción que caló en la gente y que cuando la tocamos es cuando más se agita; después pondría Adiós, de Polenta, otra canción así clave...
Estás eligiendo los hits, justo lo que hablábamos antes.
Sí, es verdad. Y de este disco elegiría
Todos los caminos. Con las tres canciones que te digo, mientras íbamos haciendo cada disco, sentí que eran de esas canciones clave como para pensar un disco. Es como tener un equipo de fútbol y tener a Riquelme entre los once, entonces sabés que a partir de él armás el equipo.


(Sancamaleón se estará presentando el 27 de noviembre en Tucumán y el 28 de diciembre en Salta. En tanto, La Peña Pop tocará todos los jueves que restan del año en el GueBara de San Telmo. Ya saben).

Update 10/11: los espíritus de Sancamaleon avisan que el show de festejo por los 10 años de la banda se traslada de Niceto al Salón Real (Sarmiento 1272), el jueves 16 de diciembre.