
Aunque más vale tarde que nunca, dicen, y esto lo demuestra perfecto.
Llegué a Songs of Leonard Cohen medio de casualidad: revolviendo en Musimundo encontré un par de discos del hombre en cuestión, y me acordé de que todavía no tenía nada, ni en mp3. Como no tenía la más mínima idea respecto de su discografía, no supe si era uno de grandes éxitos o no (el nombre sembraba la duda). Me gustó la tapa, eso sí. Pero aquel día me olvidé de buscar para ver de qué época era el álbum. Otro día, de vuelta hurgando, lo volví a ver. Ahí sí recurrí a mi regreso a San Google, y me encontré con que era su primer registro, de hace nada menos que 41 años. Leí un poco su biografía y bajé el disco -también Songs from a room y Songs of love and hate, los que le siguen- que quedó colgado en Mi música un par de semanas hasta hace un rato.
La primera impresión que tengo de Cohen me hace pensar en él como la mezcla en partes perfectas entre Bob Dylan y Lou Reed. Ni hablar que uno no se puede guiar por primeras impresiones -o sea, no lo hagan si es que no tienen noción de él- pero es lo primero que me surgió cuando lo escuché cantar: esa voz grave y triste, tan Reed que asusta. No sé si uno copió al otro ni me interesa, adoro esa forma de narrar las canciones, entre el desgano y la melodía. Lo de Dylan quizá vaya más por el lado musical, cercano al Zimmerman más triste y desértico. No hablo de las letras porque todavía no me sumergí en ellas, ahí no puedo comparar.
Podría esperar para hacer un análisis -supuestamente- más profundo del disco y de Cohen en general, pero si un disco te da escalofríos la primera vez que lo escuchás... supongo que tiene que estar bien. Hagan su propia crítica, y de paso me pueden contar si alguna vez les pasó eso. La verdad que está buenísimo.