
Sin lugar a duda alguna, hay canciones primaverales. Cuando arrancó la primavera, lo primero que pensé fue
“buenísimo, voy a chorear un poco con un post de eso”. Pero me dormí en los laureles y
Recontra me gano de mano, aunque en realidad, él hizo una selección de canciones que hablan de sol, que no es exactamente lo mismo. Por lo tanto, me apresto a presentarles 15 bonitas construcciones musicales ideales para escuchar un sábado a la noche con amigos y una cerveza en la mano (o lo que gusten tomar y/o fumar). También son ideales para amenizar un viaje largo, así que bien las pueden cargar en sus respectivos reproductores de mp3. Abajo, entonces, descripciones y porqués de cada elección:
And your bird can sing (The Beatles): Guitarras magistrales abren este tema, que es pura buena onda para arrancar un compilado así. Bueno, por eso es el primero. Con sólo decir que está en el mejor disco de los Fab Four, alcanza. Para que canten todos los pájaros.
Precious angel (Bob Dylan): Si el sonido de guitarra de la introducción te suena conocido, es porque el grandioso Mark Knopfler es quien ejecuta la guitarra en el disco en que se encuentra esta canción (el menospreciado
Slow train coming, de la época de conversión religiosa del Bob). En el estribillo, Dylan canta
“Shine your light, shine your light on me”, frase que Luca Prodan tomó para
Brilla tu luz para mí, canción en la que además nombra al genio. Por supuesto, este tema es de una redondez absoluta, por eso está aquí.
Las flores (Café Tacuba): La primera en castellano. Podría decirse que sólo con el nombre este tema ya estaba adentro. Sin embargo, como no-escuchador de los Tacuba que soy, hasta hace poco ignoraba su existencia. La descubrí porque… ¡es la apertura del programa de Mariana Fabbiani!
Trabajando en el ferrocarril (Pappo’s Blues): Esa bestialidad del rock argentino llamada
Vol. 3 traía entre estruendos y guitarras filosas este minuto y pico de alegría mezclada con ironía. Es casi una burla, pero con una dosis de buena onda country que es tan entradora como un defensor rústico (¡!).
Dosed (Red Hot Chili Peppers): Hermoso tema de los Peppers de un disco poco valorado como
By the way (que para mí es un discazo con bonitas canciones como esta). Los coros de Flea y Frusciante le dan aún más onda a un estribillo pop explosivo. Como pequeño detalle,
Desecration smile -del aburrido, flaco y olvidable
Stadium arcadium- tiene una melodía casi igual a la de los versos de esta belleza de 5 minutos.
See Emily play (Pink Floyd): No podía faltar en un post primaveral alguna canción de Floyd con Barrett, una época explosiva, hippie y psicodélica si las hay. Una perlita que sigue brillando cuarenta años más tarde, de la que me estaba olvidando pero me hicieron acordar los chicos de
Scaletric! con su excelente post sobre esta época dorada de una de las mejores bandas de la historia del rock.
Te conozco de algún láu (El Regreso del Coelacanto): Desde Rosario, una belleza con tintes folklóricos y un poquito de melancolía. Está tan buena la canción -y su título fontanarrosesco- que dan ganas de encontrar algún disquito en la red de los muchachos, pero los rosarigasinos no se copan y no pude conseguir ninguno. Recomendable su versión de
Crua-chan de Sumo, también.
1959 (Patti Smith): Y… la madrina no podía faltar. Desde
Gone again nos regaló este soft rock que tiene tanta onda como ella (o más). No hace falta decir mucho más, creo.
La puerta de al lado (Los Rodríguez): Un Calamaro brillante (en esta época estaba inspiradísimo) nos deja una letra imponente y una de sus tantas melodías entradoras. Cantada a dúo con Ariel Roth, tiene una frase que me encanta, y me suena híper primaveral:
“Soy la funda vacía de una guitarra que un día aprenderé a tocar”. ¡Está bien!
El camino (Attaque 77): La más tranquila de todas las que puse, quizá no tiene el tempo que requiere una canción para ser calificada como primaveral, pero sí la escuchan me van a dar la razón por haberla incluido. Una gema de
Radio insomnio, probablemente su mejor disco. Cuerdas, acústicas, y una letra perfecta para viajar
“viendo televisión virtual por la ventana”, como canta Ciro.
High (The Cure): Esto es más que nada un acto de justicia con esta canción, que no fue hit sólo por estar en el mismo disco que
Friday I’m in love. Igual, la versión que aquí dejo es la del acústico que sacaron en 2001, un poco menos primaveral que la original. Genial el arpegio de la intro.
Dandelion (The Rolling Stones): Otra desde los años de la psicodelia. Esta pieza es un pequeño regalo para la hija de Richards, y un gran regalo para todos los demás. Gran melodía y orquestación... y sin embargo se perdió entre otros tantos temazos que hicieron en esa época (y se quedó sin ser hit por ello).
Cut your hair (Pavement): Uno de los himnos indies de los ’90 no podía faltar en este compilado. Si la canción fuese sólo sus coritos introductorios, ya estaría aquí.
Needles and pins (Ramones): Este tema es una de esas canciones clásicas que se hacen irresistibles de cantar. La versión de Ramones, además, significa un gran momento vocal de Joey; y el puente antes del cambio de tonalidad es simplemente glorioso. Para cantar en un boliche con amigos y una cerveza en la mano (es lo que hice yo el viernes, y por eso me acordé de incluirlo).
Lo que el viento nunca se llevó (Fito Páez): La primavera toda está en esta canción, que sirve para despertarse con buena cara por las mañanas, con su
“arriba todos, es un día de sol”. Por eso la elegí para cerrar el compilado. Significo una tarea complicada ya de por sí elegir un tema del propio Fito, gran autor de canciones primaverales (
A rodar mi vida, Mariposa technicolor, Bello Abril y unas cuantas más).
Ah, acá están todas juntas.